En diciembre del año pasado, Maca Rinaldi se encontraba cursando la última etapa de su embarazo y al mismo tiempo cumplió el logro de terminar la carrera de psicología, al punto que el último final lo dio tan solo unas semanas de dar a luz. Ahora, con Amanda en brazos y disfrutando a pleno de la maternidad, fue a recibir el tan ganado título y mostró cómo fue la preparación.
Madre e hija frente al espejo, con los primeros luces de la mañana, comenzaron a prepararse para una noche cargada de la emoción de recibir el título de psicología. «¡Buen día! Hoy es el Acto de colación de mi mamá. Nos estamos preparando y peinando, todo para este día especial“, escribió la bailarina en el pie de la selfie.
Pero antes de salir, hubo una pausa. Un momento íntimo que Macarena quiso conservar: “Pero antesssss… nuestro momento”. En la imagen que sigue, se la ve sentada, amamantando a Amanda con una serenidad que emociona. Ella levanta el pulgar, sonríe y confirma lo que ya se sospecha: este acto de colación será distinto. Será doble.
“Acá con mi asistente guardando el porta título en el bolso (junto con los pañales)”, bromeó en la tercera publicación. La foto muestra una mano adulta —la suya— guardando cuidadosamente un porta título negro en un bolso verde. A su lado, los pañales: símbolo de su maternidad aún reciente, pero también de la logística precisa que implica asistir a una ceremonia universitaria con una bebé a cuestas. Amanda, como buena compañera, asoma desde un costado con su trajecito de corazones, presente hasta en los detalles más prácticos.
El look para su acto de colación combinó elegancia, sobriedad y practicidad. Eligió un traje negro de dos piezas, con saco entallado y pantalón de corte clásico, acompañado por una camiseta blanca que aportó frescura al conjunto. El estilismo equilibró lo formal con lo actual, permitiéndole moverse con soltura mientras cargaba a Amanda y atendía los preparativos del día. En sintonía perfecta, su hija lució un conjunto blanco con detalles rosados, resaltando el vínculo entre ambas no solo en lo afectivo, sino también en lo estético. Madre e hija, impecables, compartieron un mismo lenguaje de ternura y estilo.
“Lookeite en mami… lookeite de Ama: @pupoplacidl”, escribió entre risas. Todo preparado con precisión, como si fueran a un desfile. Pero esto era mucho más: era la pasarela de la vida.
Antes de salir, otra pausa. La última. “Parada técnica. Te amo hija. Nos detenemos un ratito más para esto que hoy es lo más importante. La miro y no puedo creer cuánto creció ya…”, escribió sobre una imagen donde, sentada, abraza a Amanda con delicadeza. La bebé lleva ahora una vincha blanca con moño, y el momento captura el corazón del día: una madre mirando a su hija como si fuera el verdadero premio.
Después llegó el “¡Nos vamos!”. Macarena, de pie, con Amanda en brazos, se despide por un rato: “Después les muestro más. Sacaré las fotos que pueda, y gracias por acompañar con la alegría y dando ánimos a todos los que me han seguido durante la carrera!”. En la imagen, el fondo muestra una escalera de madera clara, y la sonrisa en su rostro no es solo por haber llegado a la meta, sino por haberlo hecho con Amanda en brazos.
Una última postal frente al espejo la muestra con el traje puesto, lista para recibir su título. Radiante. No hay toga, no hay birrete, pero sí hay algo más fuerte: el gesto de una madre que estudió, que amó, que crio. Que llegó. Con su hija como testigo y aliada.
