El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, respondió este miércoles al anuncio de un arancel del 50% a las importaciones brasileñas por parte de Donald Trump, asegurando que en el país sudamericano la justicia opera de forma autónoma.
“El proceso judicial contra Jair Bolsonaro y el resto de acusados, entre los que se encuentran varios antiguos ministros y militares de alto rango, es de exclusiva responsabilidad de la Justicia brasileña y, por tanto, no está sujeto a ningún tipo de interferencia o amenaza que viole la independencia de los poderes”, afirmó Lula en una declaración oficial desde el Palacio de Planalto en Brasilia.
Trump justificó la imposición del nuevo arancel aludiendo al trato judicial hacia Bolsonaro, ex mandatario que enfrenta cargos por presuntamente intentar revertir su derrota en las elecciones de 2022. Según la administración estadounidense, la decisión responde también a la actuación del Supremo Tribunal Federal frente a perfiles en redes sociales, argumentando que estas medidas afectan la libertad de expresión.
Lula rechazó cualquier intento de presión externa sobre los procesos judiciales brasileños y subrayó: “Brasil es un país soberano con instituciones independientes que no aceptarán ser controladas por nadie”. En su comunicado remarcó que toda empresa, nacional o extranjera, debe acatar las leyes del país para operar en su territorio.
El Gobierno brasileño recordó que “cualquier medida de elevación unilateral de tarifas será respondida a la luz de la Ley de Reciprocidad Económica brasileña”. El proyecto de ley aprobado por el Parlamento de Brasil el 2 de abril posibilita tomar represalias comerciales ante barreras extranjeras.
El impacto de la medida tendría consecuencias económicas para ambos países, ya que las exportaciones brasileñas a Estados Unidos totalizaron 40.368 millones de dólares en 2024, equivalentes al 12% de las ventas externas brasileñas. Lula desmintió que exista un perjuicio para Estados Unidos en el comercio bilateral, al mencionar que el propio Gobierno estadounidense reporta un superávit acumulado de 410.000 millones de dólares durante los últimos 15 años en los intercambios con Brasil.
El vicepresidente brasileño, Geraldo Alckmin, señaló que “no ve ninguna razón” para la subida de aranceles, y diputados del oficialismo atribuyeron la escalada a motivaciones políticas vinculadas al entorno de Bolsonaro.
Mientras tanto, Washington y Brasilia mantienen contactos técnicos para intentar evitar la entrada en vigor del nuevo arancel, programada para el 1 de agosto, en un contexto de creciente tensión comercial y política entre ambos países.
La industria brasileña pidió intensificar el diálogo para revertir los aranceles de Trump
La Confederación Nacional de la Industria (CNI) de Brasil expresó el miércoles su “preocupación” y “sorpresa” ante el anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre la imposición de un arancel del 50% a productos brasileños. A través de un comunicado, la entidad llamó a ambos gobiernos a intensificar las negociaciones con el objetivo de revertir la medida.
“Una ruptura de esta relación causaría un daño significativo a nuestra economía. Por lo tanto, para el sector productivo, lo más importante ahora es intensificar las negociaciones y el diálogo para revertir esta decisión”, afirmó el presidente de la CNI, Ricardo Alban.
Washington ocupa el tercer lugar entre los principales socios comerciales de Brasil y es el mayor destino de las exportaciones del sector de transformación industrial brasileño.
(Con información de AFP, AP y EFE)