El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, habla durante una conferencia de prensa ante miembros de la prensa internacional, previa a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), en la Base Naval de Val de Cães, Belém, Brasil, el 4 de noviembre de 2025. (REUTERS/Anderson Coelho)

En plena antesala de la cumbre climática COP30, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dejó claro que está dispuesto a intensificar la presión diplomática para destrabar las negociaciones comerciales con Estados Unidos. El mandatario adelantó que volverá a comunicarse con el presidente Donald Trump si, al término del evento, no hay avances concretos sobre la eliminación de aranceles impuestos por Washington a productos brasileños.

“Si cuando termine la COP30 no se ha programado una reunión entre mis negociadores y los negociadores de Trump, no tendré ningún problema en volver a llamar al presidente Trump”, aseguró Lula en una reunión con corresponsales internacionales en Belém.

El jefe de Estado reiteró que está dispuesto a viajar si es necesario para agilizar las conversaciones. “No tendría ningún problema en ir a Washington o Nueva York” para negociar, afirmó, al tiempo que expresó confianza en que Trump “no tenga ningún problema en venir a Brasil”.

El encuentro entre ambos líderes, celebrado el pasado 26 de octubre en Kuala Lumpur, tuvo como objetivo revertir tanto las sanciones estadounidenses contra autoridades brasileñas como los aranceles del 50% aplicados a buena parte de las exportaciones de Brasil, medidas adoptadas tras la condena a 27 años de prisión contra el ex presidente Jair Bolsonaro por intento de golpe de Estado.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, conversan durante la cumbre de la ASEAN en Kuala Lumpur. (REUTERS/Evelyn Hockstein)

Pese a las tensiones, Lula se mostró optimista, indicando que estaba convencido de que “llegarán a un acuerdo”. El mandatario afirmó que instó a Trump a acelerar la agenda de trabajo entre ambas delegaciones. “Le dije que era muy importante que nuestros negociadores comenzaran a hablar pronto. Le sugerí que hablaran esa misma noche. No fue esa noche, pero hablaron en la mañana del día siguiente”, relató.

Según indicó, tanto su canciller Mauro Vieira como el vicepresidente Geraldo Alckmin y el ministro de Hacienda Fernando Haddad están listos para una nueva ronda de conversaciones e incluso “ir a Washington” si la situación lo requiere.

Lula explicó que transmitió al líder republicano, “con todas las letras” y también “por escrito”, una solicitud para que se retiren las sanciones impuestas a magistrados de la Corte Suprema, tribunal que condenó a Bolsonaro por liderar una maniobra golpista tras su derrota electoral en 2022. Al mismo tiempo, reclamó que se levanten los aranceles para abrir paso a una negociación más amplia: “Queremos que los aranceles se eliminen para comenzar a discutir. Ahí sí va a comenzar la negociación”.

Si bien admitió que es habitual que los países impongan tarifas comerciales —“Estoy cansado de firmar cosas para gravar a otros países”, dijo—, insistiendo que cualquier gravamen debe respetar las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

(Con información de EFE)