Luiz Inacio Lula da Silva. REUTERS/Edgar Su

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió el miércoles que se combata el crimen organizado de forma que no ponga en peligro a policías ni civiles, tras la megaoperación policial más mortal de Brasil, con al menos 132 fallecidos.

No podemos aceptar que el crimen organizado continúe destruyendo familias, oprimiendo vecinos y esparciendo drogas y violencia por las ciudades”, afirmó Lula en X.

Precisamos un trabajo coordinado que alcance a la columna vertebral del tráfico (de drogas, ndlr) sin poner a policías, niños y familias inocentes en riesgo”, añadió.

El letal operativo, que se produjo una semana antes de que Brasil acoja la COP30 en la ciudad amazónica de Belém, tenía como objetivo debilitar el Comando Vermelho, el principal grupo criminal de Río que opera en las favelas.

Las autoridades anunciaron un último balance de esta operación contra el narcotráfico que dejó escenas de guerra en Rio el martes: 119 muertos, de los cuales 115 sospechosos y cuatro policías.

“Un éxito”

Jair Bolsonaro con el Gobernador del Estado de Río de Janeiro, Claudio Castro, en el Palacio Planalto en Brasilia, Brasil, 4 de octubre de 2022. REUTERS/Adriano Machado

La operación fue un “éxito”, dijo a la prensa el gobernador conservador Cláudio Castro, defendiendo que las únicas víctimas fueron los cuatro policías muertos.

Las autoridades de Río promueven la mano dura contra el “narcoterrorismo”, mientras organizaciones como la ONU criticaron duramente la actuación policial.

El ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, viajó a Río y cerró filas con Castro, con quien se ofreció a “cooperar” para “superar lo más rápidamente esta crisis de seguridad”.

Los cadáveres hallados por los vecinos fueron dispuestos cerca de una de las principales vías del Complejo da Penha, una de las zonas donde tuvo lugar la operación.

“Hay personas ejecutadas, muchas de ellas con un tiro en la nuca, un tiro por la espalda, esto no puede ser considerado seguridad pública”, dijo el vecino y activista Raull Santiago, de 36 años.

“Degollaron a mi hijo, le cortaron el cuello, colgaron (la cabeza) en un árbol como un trofeo”, contó a la AFP fuera de la morgue Raquel Tomas, madre de Iago Ravel, de 19 años, acusando de su muerte a las fuerzas de seguridad.

El martes hubo tiroteos, incendios y enfrentamientos entre las fuerzas del orden y presuntos criminales, que usaron autobuses como barricadas y drones para lanzar “bombas”.

El gobernador Castro negó que la policía hubiese podido matar a inocentes durante esta operación fruto de una investigación de más de un año.

“El conflicto fue en el bosque. No creo que hubiese nadie paseando por el bosque durante un día de conflicto: por eso se puede clasificar tranquilamente” de “criminales” a los fallecidos, dijo este aliado del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro.

“Cualquier error de clasificación, será seguro residual”, agregó.

Por su parte, el juez de la corte suprema de Brasil Alexandre de Moraes pidió explicaciones sobre la actuación policial al gobernador y lo convocó a una audiencia el próximo lunes.

(Con información de AFP)