Nicolás Fernández Miranda fue el medio scrum de Los Pumas esa noche

El 23 de mayo de 2005, el Millennium Stadium de Cardiff fue escenario de un partido atípico en el calendario internacional de rugby: un empate entre los British & Irish Lions y una selección argentina diezmada por ausencias. Ante 65.000 espectadores, el resultado de Los Pumas sorprendió a propios y extraños, y quedó registrado como un hito para el conjunto sudamericano.

Preparativos desiguales

Según distintos reportes de la época, el encuentro tenía carácter preparatorio para los Lions, que se alistaban para una exigente gira en Nueva Zelanda. Por el contrario, Los Pumas llegaban con un plantel emergente, afectado por la baja de 26 jugadores debido a lesiones y a la negativa de los clubes del exterior para cederlos.

Ante ese panorama, Marcelo Loffreda, entrenador del seleccionado argentino, debió reconstruir el equipo. Felipe Contepomi, designado capitán por primera vez, expresó en la previa que el objetivo no sería el resultado, sino “mantener la actitud y los valores del grupo”.

Argentina presentó una formación híbrida, con referentes como Mauricio Reggiardo, Federico Méndez y Mario Ledesma en la primera línea, y jóvenes como Juan Manuel Leguizamón, quien debutó con apenas veinte años. En la conducción, se destacaron Nicolás Fernández Miranda y Federico Todeschini, mientras que Contepomi aportó liderazgo desde el centro.

Jonny Wilkinson covirtió el penal del empate

Por su parte, los British & Irish Lions, dirigidos por Clive Woodward—campeón del mundo con Inglaterra en 2003—, alinearon una mezcla de figuras, como Jonny Wilkinson, Shane Williams y Graham Rowntree, junto a jugadores de segundo orden, en lo que fue una prueba general previa a su gira.

Desarrollo y análisis del partido

Desde el inicio, Los Pumas sorprendieron al asumir un rol ofensivo. En los primeros minutos, lograron controlar el ritmo del juego y ponerse en ventaja, destacando con una resistencia inesperada. Su planteo, basado en la solidez de las formaciones fijas y una presión defensiva intensa, complicó la dinámica ofensiva de los locales.

El único try argentino fue producto de una acción de Contepomi, quien habilitó a José María Núñez Piossek. Todeschini, clave en el marcador, aportó una conversión y seis penales. En la vereda opuesta, Wilkinson sumó un try y seis penales, y fue esencial para mantener a los británicos en partido.

El empate se concretó en la última jugada del encuentro, tras un penal de Wilkinson que selló el 25-25 final. La igualdad dejó una impresión imborrable por el contexto desfavorable que enfrentó el conjunto argentino.

La defensa de Los Pumas fue una de las claves para la paridad

Repercusiones y valoración del encuentro

El empate fue recibido como una hazaña simbólica para el rugby argentino. La ovación del público galés al finalizar el partido evidenció el reconocimiento por parte de la afición local, que había esperado un trámite fácil para los Lions. El desempeño de Los Pumas fue celebrado como un triunfo moral, dadas las dificultades previas.

Además, el rendimiento mostró el potencial del recambio generacional. Jugadores como Leguizamón y Schusterman emergieron como piezas claves del futuro, mientras que la actuación colectiva reafirmó el espíritu tradicional del seleccionado.

Según consignaron medios como BBC Sport y The Guardian, el resultado significó un llamado de atención para los Lions y consolidó el respeto internacional hacia Los Pumas. Para el equipo sudamericano, el empate representó una validación del proceso de renovación, y un punto de partida para nuevas metas, que se cristalizarían en años siguientes.

Felipe Contepomi y Juan Manuel Leguizamón fueron titulares en Cardiff

El partido quedó en la memoria como una demostración de resiliencia, disciplina táctica y temple colectivo. Su impacto trascendió el resultado y anticipó el camino ascendente del rugby argentino, que terminaría por consolidarse con logros aún mayores en la escena global.

Ahora, 20 años después, Los Pumas enfrentarán a los British & Irish Lions este viernes 20 de junio en Dublin a partir de las 16 (hora de Argentina) y contará con la transmisión de ESPN yDisney+.