La anulación del veto al aumento de las prestaciones por discapacidad que votó ayer la Cámara de Diputados tuvo un impacto inmediato en los activos argentinos.
Los que más sintieron el golpe fueron los bonos en dólares, que sufrieron caídas que en algunos casos superaron el 2%. Las acciones también se vieron impactadas, borrando en casi todos los casos las subas que habían mostrado casi a lo largo de toda la jornada.
Es probable que las pérdidas se aceleren en la jornada de hoy, ya que los rumores sobre la posibilidad del freno al veto empezaron a circular a media tarde. Esto significa que muchos operadores no tuvieron tiempo de reaccionar.
La votación sobre los haberes jubilatorios cuyo veto el Gobierno sí logro mantener, llegó luego del cierre de la rueda.
El dólar oficial tuvo una suba marginal hasta $1.315. En este caso, la política del Gobierno de mantener tasas muy altas en términos reales (le ganan por más de 30 puntos a la inflación esperada) está ayudando para que el tipo de cambio se mantenga estable, a menos de corto plazo.
Más allá del impacto real concreto o de la posible judicialización de lo aprobado en el Congreso, quedaron varios mensajes preocupantes para los inversores. El primero es la extrema debilidad que aún sufre el Gobierno, ya que la aprobación de Diputados requirió el voto afirmativo de dos tercios de los presentes. Esta vez los votos para frenar la ofensiva estuvieron lejos de los 87 del año pasado y solo llegaron a 75.
La votación reflejó que un amplio espectro del arco político no está plenamente comprometido con la idea de mantener el equilibrio de las cuentas públicas
Por otra parte, el propio Gobierno se había ocupado de señalar el peligro de que avancen las iniciativas votadas por el Congreso que aumentan fuertemente el gasto público. En caso de avanzar todas ellas (incluyendo por ejemplo suba de jubilaciones, nueva moratoria, discapacidad y cambios en el impuesto al combustible), el impacto era de 2,5% del PBI. Es decir que directamente desaparecería el superávit fiscal en caso de no introducirse recortes equivalentes del gasto.
A esto se suman, además, los proyectos que avanzan para incrementar el presupuesto universitario y la denominada “ley Garrahan”. La votación del Congreso, además, reflejó que un amplio espectro del arco político no está plenamente comprometido con la idea de mantener el equilibrio de las cuentas públicas.
Ninguno de los proyectos fue acompañado por una propuesta respecto a cómo hacer frente al incremento del gasto. Y este aspecto es que buscará judicializar el Gobierno para evitar que las leyes aprobadas entren en vigencia.
Impacto en la pizarras
Lo más afectados ayer fueron los bonos de mediano y largo plazo, cuyos precios son más sensibles tanto a las subas como a las bajas. El temor de los mercados es que en la medida que no haya garantías para consolidar el superávit fiscal al Gobierno se le complica hacer frente al pago futuro de la deuda. Sin embargo, todavía es prematuro sacar este tipo de conclusiones.
Un buen resultado electoral del Gobierno en el bastión kirchnerista podría tener un resultado muy potente en el ánimo de los inversores
En definitiva, los grandes bancos internacionales y fondos de inversión siguen de cerca el proceso electoral y lo más relevante serán los resultados en las urnas. En ese sentido, todas las miradas están puestas ahora en lo que suceda el 7 de septiembre, la fecha de la elección en la provincia de Buenos Aires.
En ese sentido, un buen resultado electoral del Gobierno en el bastión kirchnerista podría tener un resultado muy potente en el ánimo de los inversores. En ese caso, el temor generado por las recientes votaciones en el Congreso pasarían claramente a un segundo plano.
Sin embargo, todavía no está claro si ese resultado será tan claro o en realidad habrá que esperar hasta la elección legislativa, el 26 de octubre, para ver si La Libertad Avanza logra una incremento significativo de su peso en el Congreso.