La muerte del Papa Francisco este Lunes de Pascua a sus 88 años ha conmocionado a los líderes europeos. Desde Bruselas, Úrsula Von der Leyen ha enviado su pésame » a todos los que sienten esta profunda pérdida» de un hombre que “inspiró a millones, más allá de la Iglesia Católica, con su humildad y un amor tan puro hacia los menos afortunados”.
El expresidente portugués y actual dirigente del Consejo Europeo, António Costa, se ha sumado “con tristeza a los millones de personas que lloran la muerte de Su Santidad”. En su mensaje, Costa ha recordado las últimas palabras del Pontífice tras su aparición este Domingo de Resurrección en el balcón de la basílica de San Pedro, donde propuso»la condonación de la deuda externa, la abolición de la pena de muerte y la creación de un fondo mundial para la eliminación definitiva del hambre“.
Desde el Elíseo, Emmanuel Macron ha despedido al Pontífice como un hombre «que a lo largo de toda su vida peleó por más justicia, por una idea fraternal de la humanidad“, mientras que en Madrid, Pedro Sánchez ha destacado el “legado profundo” que deja “su compromiso con la paz, la justicia social y los más vulnerables“.