Benfica y Boca Juniors disputaron uno de los duelos más vibrantes de la primera fase del Mundial de Clubes. El Xeneize estuvo en ventaja por dos goles, pero los portugueses arribaron al empate cuando jugaban con un hombre menos por la expulsión de Andrea Belotti. Tras el pitazo final, hubo cruces dialécticos por doquier. El más evidente fue el que protagonizaron Nicolás Otamendi, identificado con River, y Agustín Marchesín, frente al árbitro mexicano de polémica actuación. Otro de los argentinos del elenco europeo, Gianluca Prestianni, contó cómo se vivió en el campo.
“¿La pica que hubo en la cancha? En lo personal, no. Se sabe claramente que los jugadores argentinos hablan mucho. Y mucho más los de Boca. Ahí se hace la pica, porque ya de pedir tantas cosas, el otro equipo se enoja. Se enoja por eso, porque piden muchas cosas que capaz no son”, sintetizó el ex Vélez, quien ingresó en el complemento para las Águilas, en diálogo con DSports Radio.
Además, el mediapunta de 19 años opinó sobre el empate: “El punto le sienta mejor a ellos, bastante. Se vio claramente que en la primera parte ellos estuvieron mejor, pero tampoco fueron tan superiores. En la segunda parte fuimos totalmente superiores, se vio claramente que ellos no querían jugar más”.
No conforme con esos dichos, un Prestianni identificado con Vélez, equipo que tiene cierta pica con Boca, también restó importancia a la movilización de hinchas xeneize, elogiada a nivel mundial: “El marco no me sorprendió. Tanto Ángel (Di María) como Nico (Otamendi) y yo sabemos lo que son los equipos argentinos. Y más cuando juegan estas circunstancias así. No, no nos sorprendió”.
El empate 2-2 entre Boca Juniors y Benfica en el Hard Rock Stadium de Miami, correspondiente al Grupo C del Mundial de Clubes, no solo dejó emociones en el campo, sino también tensos cruces verbales. “Cerrá el orto vos, muerto. Tomatelá, tomatelá. Hablás una banda ahora que jugás en Boca, bobo”, fueron las palabras de Otamendi hacia el guardameta, según se pudo observar en imágenes posteriores al encuentro.
El partido, que comenzó con una ráfaga de goles de Boca en los primeros minutos, tuvo un desenlace cargado de tensión. El equipo dirigido por Miguel Ángel Russo se adelantó con dos tantos en seis minutos, pero Benfica descontó antes del descanso gracias a un gol de Ángel Di María. En el tramo final, un cabezazo de Otamendi selló el empate, lo que generó un ambiente caldeado tanto dentro como fuera del campo. Según declaraciones posteriores, el defensor argentino, conocido hincha de River Plate, celebró su gol con intensidad, lo que no pasó desapercibido para los aficionados de Boca presentes en el estadio. “Todo el partido me silbaron, se dio que yo tenga que meter el gol y muy feliz. Lo grité mucho como todos los goles que me toca convertir”, expresó Otamendi tras el encuentro.
El próximo desafío para Boca será enfrentar al Bayern Múnich, que viene de una contundente victoria por 10-0 frente al Auckland City. Miguel Ángel Russo anticipó que será un partido exigente desde lo físico y destacó la importancia de estar a la altura del rival alemán. “Es un rival importante el Bayern. El fútbol argentino tiene su historia; todo el mundo sabe que cuando juega no es lo mismo. Buscaremos recuperar a todos de la mejor manera posible”, señaló el técnico. El encuentro está programado para el viernes a las 22 (hora argentina) en el mismo estadio de Miami.
Por su parte, Benfica se medirá ese mismo día a las 13 (hora argentina) contra el conjunto neozelandés Auckland City, en un duelo que podría definir las aspiraciones del equipo portugués en el torneo. Con este panorama, el Grupo C del Mundial de Clubes promete mantener la intensidad y las emociones en los próximos encuentros.