Esteban Ostojich, Andrés Matonte, Piero Maza y Jesús Valenzuela

La Copa Libertadores y la Sudamericana entran en su tramo decisivo y, como cada año, los árbitros se convierten en actores centrales de una trama que combina técnica, disciplina y la siempre presente polémica. Conmebol ya definió las designaciones para los partidos de vuelta de cuartos de final de las competencias, y la lupa vuelve a posarse sobre nombres con recorrido, pero también con interrogantes.

El uruguayo Esteban Ostojich estará en Racing-Vélez (Foto REUTERS/Agustín Marcarian)

Racing vs Vélez – Estadio Presidente Perón

Árbitro: Esteban Ostojich (Uruguay) – VAR: Andrés Cunha (Uruguay)

Esteban Ostojich es un viejo conocido del fútbol sudamericano. Con experiencia en finales de Libertadores , su figura impone respeto. Sin embargo, su trayectoria reciente ha mostrado altibajos: esa irregularidad en su rendimiento fue determinante para que no tuviera en el último Mundial.

Este árbitro suele tener un tiempo real de juego de 54 minutos, lo que muestra que corta bastante el partido. Promedia cinco amarillas por encuentro y casi una roja cada dos partidos (0,80), lo que refleja un estilo severo en lo disciplinario.

Además, recorre en promedio 11 kilómetros por partido, lo que marca su esfuerzo físico para estar siempre cerca de la jugada. En síntesis: mucho despliegue, firmeza con las tarjetas y un juego con más interrupciones de lo habitual.

En Avellaneda deberá lidiar con un clásico argentino cargado de tensión, donde cada disputa se magnifica. Ostojich suele apoyarse en el recurso disciplinario temprano para marcar autoridad, pero su desafío será mantener consistencia y no caer en picos de exceso o permisividad. Con Cunha en el VAR -un colega de confianza- tendrá respaldo tecnológico, aunque el termómetro estará en cómo gestione los duelos físicos y las protestas colectivas.

Andrés Matonte ya dirigió a River Plate en esta Copa Libertadores en el partido frente a Libertad (Foto REUTERS/Rodrigo Valle)

Palmeiras vs River – Allianz Parque

Árbitro: Andrés Matonte (Uruguay) – VAR: Cristian Ferreira (Uruguay)

Andrés Matonte representa la nueva cara del arbitraje uruguayo: fue el último elegido por FIFA para representar a su país en Qatar 2022. No obstante, su recorrido también dejó dudas. Cuando el roce físico supera al fútbol técnico, ha mostrado cierta fragilidad en el control, permitiendo que el partido se deslice hacia la fricción antes de recuperar autoridad.

Este árbitro suele tener un tiempo real de juego de 51 minutos, lo que muestra que corta bastante el partido. Promedia cuatro amarillas por encuentro y casi una roja cada dos partidos (0,80), lo que marca severidad en lo disciplinario.

Además, recorre en promedio 12 kilómetros por partido, dando cuenta de un esfuerzo físico para seguir de cerca las acciones.

En un cruce de alto voltaje como Palmeiras–River, con un visitante obligado a buscar el resultado, la intensidad será máxima. Matonte deberá exhibir firmeza (no es su fuerte) no solo en las faltas tácticas y contragolpes, sino también en el manejo de la presión brasileña y la ansiedad argentina. Con Ferreira en el VAR, se espera un trabajo preciso en jugadas de área, aunque la verdadera prueba será si el árbitro logra imponer personalidad en un contexto que no da margen para titubeos.

El chileno Piero Maza dirigió recientemente el choque por Eliminatorias entre Argentina y Venezuela en el estadio Monumental (Foto REUTERS/Rodrigo Valle)

Estudiantes vs Flamengo – Estadio UNO Jorge Luis Hirschi

Árbitro: Piero Maza (Chile) – VAR: José Cabero (Chile)

El chileno Piero Maza es un árbitro en crecimiento dentro del concierto sudamericano. Su estilo es expansivo, busca cercanía con los jugadores y un tono amigable en la conducción. Esa característica, que lo hace parecer más dialogante, se convierte a menudo en un arma de doble filo: en ocasiones lo lleva a perder objetividad y a retrasar sanciones que deberían aplicarse con más contundencia.

Este juez suele tener un tiempo real de juego de 52 minutos, lo que muestra que corta bastante el partido. Promedia cuatro amarillas por encuentro y casi una roja cada tres partidos (0,80), lo que refleja un estilo más pragmático que severo en lo disciplinario.

Además, recorre en promedio 12 kilómetros por partido, lo que marca su esfuerzo físico. El Estudiantes–Flamengo es un duelo de máxima tensión, con un local que debe remontar y un visitante que sabe manejar los tiempos. Allí, Maza deberá evitar que la búsqueda de empatía lo lleve a dejar pasar infracciones que alimenten la protesta masiva. Cabero, en el VAR, será clave para respaldarlo en situaciones disciplinarias

En definitiva, se espera que estos cuartos de final de Copa Libertadores tengan un arbitraje muy controlado desde el VAR, pero donde la gran incógnita es si los jueces en cancha sabrán mantener la coherencia y la firmeza en partidos donde cada sanción puede ser decisiva para definir a los cuatro mejores del continente.

Jesús Valenzuela viene de dirigir la ida entre River y Palmeiras por la Copa Libertadores. Ahora estará en el Maracaná para Fluminense-Lanús, por la Copa Sudamericana (Foto REUTERS/Agustín Marcarian)

Fluminense vs Lanús – Estadio Maracaná

Árbitro: Jesús Valenzuela (Venezuela) – VAR: Ángel Arteaga (Venezuela)

Jesús Valenzuela es hoy el árbitro venezolano con mayor proyección internacional. Fue considerado por FIFA para el último Mundial y ya tiene varios cruces de Copa Libertadores y Copa América en su haber. Su estilo combina cercanía física a la jugada y un criterio disciplinario firme, aunque no exento de polémicas en partidos de roce.

Su tiempo real de juego es de alrededor de 55 minutos, lo que indica un manejo aceptable del flujo de partido. En cuanto al promedio disciplinario, registra unas cuatro a cinco amarillas por encuentro y 0,40 rojas, lo que lo ubica en un rango equilibrado: no es extremadamente permisivo, pero tampoco se apresura con las expulsiones. En relación al desplazamiento, supera los 12.5 kilómetros por partido, lo que demuestra un despliegue constante para sostener cercanía y buenos ángulos de visión.

Valenzuela suele imponer respeto desde el inicio y cortar rápido las protestas colectivas. Su principal desafío en Brasil será controlar la presión ambiental del Maracaná, donde Fluminense intentará llevar el juego al límite físico. La presencia de Ángel Arteaga en el VAR, con quien tiene sintonía de trabajo, puede darle solidez en jugadas de área y en decisiones disciplinarias fuertes.

En síntesis: un árbitro de perfil serio y firme, con capacidad de sostener partidos intensos, aunque deberá evitar que las emociones y el clima externo lo lleven a decisiones desparejas.