Cuando el uruguayo-estadounidense Fabián Buglione llegó a Venezuela –hace 226 días– para visitar a su novia, apenas alcanzó a enviarle un mensaje de WhatsApp contándole que estaba “en el puente”. Luego le aseguró que las fuerzas de seguridad le dirían cómo seguiría su situación y su celular se apagó.
Desde entonces, comenzaron las gestiones del gobierno uruguayo (primero con Luis Lacalle Pou como presidente y luego con Yamandú Orsi) y los intentos por conocer información sobre el paradero de Buglione. Hubo algunos datos que se conocieron: la información oficial es que está en la cárcel de El Rodeo 1, en el estado de Miranda, adonde el régimen de Nicolás Maduro ha enviado a varios presos políticos
A más de siete meses de su detención, la información se ha ido ampliando y les ha llevado un poco de tranquilidad a los familiares, informó El Observador. Antes de estar en Rodeo 1, Buglione había estado preso en el Helicoide, conocido como el centro de tortura del régimen de Maduro. El centro penitenciario en el que está actualmente, en tanto, es de presos comunes al que en el último tiempo fueron trasladados también presos políticos y extranjeros.
El gobierno de Estados Unidos es el que negocia para liberar a Buglione, dado que hace casi 30 años que el uruguayo vive en Nueva York. Es residente y tiene su familia allí: tiene dos hijos y la madre de ambos vive en ese país.
Tras una reunión entre Maduro y un enviado de Donald Trump, Richard Grenell, el régimen realizó una primera liberación arbitraria. Luego de esto, los allegados al uruguayo-estadounidense comenzaron a conocer detalles de la detención, según consignó el medio uruguayo.
Se sabe, por ejemplo, que Buglione está en buen estado de salud, que tiene atención médica y que recibe buena alimentación. En la cárcel le pusieron un seudónimo. Aunque estas noticias sean escasas, haberlas recibido fue esperanzador para los familiares que, hasta entonces, vivían con la incertidumbre absoluta de qué había pasado con él tras el 19 de octubre. +
La ONG venezolana de Derechos Humanos Foro Penal, a su vez, recolecta números de teléfonos de familiares con la intención de hacérselos llegar a los detenidos, para que puedan comenzar a tener comunicaciones telefónicas con sus allegados. Esto, sin embargo, hasta ahora no sucedió, según El Observador.
En abril, el canciller uruguayo Mario Lubetkin informó ante legisladores que el gobierno uruguayo llegó a un acuerdo con el de Estados Unidos en relación a la búsqueda de Buglione. “Es el único uruguayo preso que tenemos identificado en Venezuela”, detalló el canciller, al ser interrogado por los legisladores de la oposición. Lubetkin aseguró que las “acciones” y la “preocupación” por el paradero del compatriota se profundizaron, por lo que Estados Unidos se “sumó” a lo que llamó un “esfuerzo conjunto”.
La Cancillería uruguaya está en contacto con las autoridades del gobierno estadounidense para seguir de cerca la situación. En lo que sí pudo ayudar Uruguay fue en asesorar a la familia del detenido ante la ONU: uno por su detención arbitraria y otro por su desaparición forzada.
El Comité de Desapariciones Forzadas de la ONU tratará el tema del uruguayo en su próximo encuentro. La idea de impulsar estos mecanismos fue para que el tema siguiera en la agenda y ejercer presión sobre las autoridades venezolanas para que libere a Buglione.
Esta fue una de las recomendaciones que tuvo el entorno de Buglione de parte de las organizaciones de la sociedad civil venezolana, que siguen estos temas.
La vocera adjunta del Departamento de Estado de Estados Unidos, Mignon Houston, declaró que las conversaciones para liberar a los presos se están dando “al más alto nivel”.