El empresario Malek Fara importó dos Tesla Cybertruck para vender en Argentina. Aunque en EE.UU. cuestan entre 70 y 100 dólares, la importación lleva los precios a partir de los USD 120.000 y hasta los USD 175.000

Algunas calles de la ciudad de Buenos Aires vieron parcialmente alterado el tránsito este jueves al mediodía, ante la presencia de un par de camiones plancha transportando las dos primeras unidades que llegaron al país de uno de los vehículos más disruptivos del mundo, la pick-up Tesla Cybertruck.

El empresario Malek Fara fue quién las importó desde Estados Unidos a través de su compañía, Black Saphire, del mismo modo que anteriormente trajo vehículos específicos como los GMC Hummer EV o los Lamborghini Urus, entre otros.

El Tesla Cybertruck es la una de las primeras camionetas 100% eléctricas que salió al mercado en Estados Unidos, aunque pudo quedarse con ese hito, ya que unos meses antes Rivian lanzó la RT1 para quedar en la historia como la primera pick-up eléctrica en pisar las calles como vehículo de serie. Después llegaron las generalistas como la Ford F-150 Lightning o la GMC Sierra de General Motors.

Ees, sin embargo, completamente diferente a todas las pick-ups debido a su diseño, con una carrocería marcada por líneas rectas y quiebres con vértices en cada cambio de plano; por tener una caja cuyos laterales no son paralelos al piso sino en ángulo que desciende desde la cabina hacia el remate trasero, y especialmente, por estar construida íntegramente en acero inoxidable.

La pick-up Tesla Cybertruck tiene tres configuraciones distintas de equipamiento, potencia y autonomía. (AP foto/Richard Vogel)

Actualmente, esta particular camioneta eléctrica se comercializa en EEUU en tres distintas configuraciones, siendo la más accesible la Long Range con un precio de USD 69.990. A continuación, la gama sube a la versión All Wheel Drive, que incluye tracción en las cuatro ruedas, que cuesta USD 79.990, y la tope de gama llamada Cyberbeast, que tiene un precio de USD 99.990.

Importar un vehículo de este precio implica pagar al menos el 35% de arancel de importación, el 3% de tasa de estadística, el impuesto al valor agregado (IVA) del 21%, y los costos de barco, seguro y logística local, que pueden alcanzar los USD 5.000 por unidad.

Así, un cálculo básico llevaría a la versión más accesible a unos USD 123.000, la intermedia a casi USD 140.000, y la más equipada a un precio de venta en Argentina cercano a los USD 175.000. A esos costos se debe sumar, por supuesto, el margen de ganancia del importador, lo que puede elevar el precio por encima de los USD 230.000 teniendo en cuenta el precio del vehículo y la complejidad de la importación.

En cualquier caso, todas las versiones tienen dos plazas delanteras y traseras y la misma capacidad de carga de 1.134 kg. Dependiendo de la cantidad de motores eléctricos que equipen a cada versión, la capacidad de arrastre varía desde los 3.400 hasta los 6.350 kilos. Del mismo modo, la autonomía eléctrica también depende de los motores y las baterías, pero la versión con menos autonomía puede circular por aproximadamente 400 km, mientras la que más equipamiento de energía tiene, puede recorrer hasta los 800 kilómetros con la carga completa de sus baterías.

Las dos unidades que llegaron al país de la disruptiva Tesla Cybertruck, estuvieron paradas este mediodía frente al Museo Malba

Cómo se importa un Tesla en Argentina

Los autos importados de estas características deben entrar a Argentina por medio de las nueva legislación dictada por el Gobierno, aunque dependiendo de su marca pueden utilizar fichas de homologaciones certificadas internacionalmente para obtener la Licencia de Configuración de Modelo (LCM) u obtener un Certificado de Seguridad Vial (CSV) para aquellos cuya documentación no está accesible para un importador particular.

Teniendo en cuenta que la nueva legislación no permite más de un auto por persona física o jurídica por año de un mismo modelo para quienes no son importadores oficiales, estas Tesla Cybertruck tendrían que haber sido importadas por los dos personas diferentes (como propietarios) a través de Fara, o en su defecto por medio del proceso de Certificado de Seguridad Vial, en el que se pueden importa varias unidades, pero cada una requiere de una profunda inspección técnica previo a ser autorizadas para circular por la vía pública.

Fuentes del gobierno confirmaron a Infobae que este tipo de vehículo debe solicitar el CSV, que debe realizar la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), entidad que actualmente está todavía en funciones por un amparo judicial presentado la semana pasada para evitar su cierre como pretende el Gobierno.

Por ese motivo, los automóviles que se importan por medio de ese régimen, no pueden rodar por sus propios medios y deben ser transportados por un vehículo de carga hasta tanto se haya aprobado su patentamiento.