La tensión y el desconcierto volvieron a apoderarse del mundo del espectáculo este fin de semana tras la inesperada desaparición de Lourdes Fernández, la querida cantante e integrante de Bandana. A pesar de que horas después Lourdes apareció y compartió un video en sus redes sociales asegurando estar bien, la preocupación de sus amistades y entorno no logró disiparse. Entre quienes vivieron la situación con mayor angustia se encontró Lissa Vera, su histórica compañera en el grupo, quien incluso llegó a descompensarse en plena vía pública luego de presentar una denuncia judicial.

El episodio que sacudió a la industria tuvo epicentro en la zona de Tribunales de la Ciudad de Buenos Aires. Allí, Lissa se presentó junto a su abogado para formalizar una denuncia contra el exnovio de Lourdes, apuntando a él como posible responsable de la situación de desaparición. Las cámaras del ciclo Intrusos (América TV) captaron muchos de los instantes de máxima tensión. A Lissa se la vio notablemente angustiada, con anteojos y una gaseosa en la mano, intentando recomponerse después del shock vivido. Según relató la notera del programa, Dolores Villalba, la cantante manifestó abiertamente “que tiene miedo y teme por su vida. Dice que este hombre es un violento, maneja las redes de Lourdes, en otras oportunidades les ha cambiado pasajes de avión a las Bandana cuando trabajaban juntas y no es la primera vez que ejercita violencia en contra de Lourdes”.

Villalba añadió detalles que la artista confió a la producción: “También nos dijo que le llamó la atención las anginas de Lourdes y dio a entender que esa tomada de garganta podría ser síntoma de un ahorcamiento por parte de él”. La periodista explicó que el desborde emocional de Vera fue tal que “cuando la vio tan quebrada, su abogado la hizo entrar a Tribunales porque no podía hablar, estaba llorando, tuvo que apoyarse en un árbol y le acercaron una gaseosa, parece que le bajó la presión”.

Lissa Vera se descompuso luego de presentar su declaración en Tribunales (Captura Hotel de los Famosos - El Trece)

La situación fue tan extrema que la cantante no pudo continuar dando declaraciones a la prensa y debió ser contenida y asistida antes de retomar el trámite judicial. Este cuadro de crisis dejó claro el grado de nerviosismo, miedo y estrés que rodea a quienes integran el círculo íntimo de Lourdes, en especial ante la hipótesis de violencia de género por parte del examigo cercano y exnovio de la cantante.

En paralelo, Lissa usó sus propias redes para visibilizar la situación y expresar abiertamente su preocupación. “Quiero manifestar mi preocupación por la desaparición de Lourdes, como amiga y compañera, previo a expresarme en los medios y conjuntamente con mi abogado daremos el encuadre legal correspondiente para dar con ella. En este momento, nos dirigimos a denunciar los hechos y dar intervención a la Justicia”, escribió en una historia de Instagram, marcando el inicio de la difusión pública y el pedido de ayuda colectiva.

Lissa Vera expresó su intención de denunciar a la expareja de Lourdes Fernández (Instagram)

El origen de la angustia había surgido unas horas antes, cuando Mabel López, madre de Lourdes, denunció la desaparición formalmente tras perder contacto con su hija desde el 4 de octubre. La consulta presentada en la Oficina Central Receptora de Denuncias del Ministerio Público Fiscal fue canalizada por la Comisaría Vecinal 14 B de la Policía de la Ciudad, lo que activó el protocolo de búsqueda inmediata. Lo que comenzó como un simple pedido de información familiar, pronto se transformó en una intensa espera y un fenómeno de seguimiento masivo por parte del público, los medios y la comunidad artística entera.

En ese clima de especulación, preocupación y hasta miedo, Lourdes reapareció en redes sociales con un video grabado. “Alguien les informó muy mal y me voy a encargar de saber quién es. Estoy perfecta, gracias. Tremenda, tremenda. Me ha tocado malísimo,” explicó notoriamente molesta por la magnitud del revuelo. Lourdes agradeció a quienes se preocuparon y admitió recibir una avalancha de mensajes, aunque insistió: “Bueno, gracias por ocuparse de mí y estar pendientes, pero estoy bien”, aseguró. Su objetivo era dejar claro que la situación no era tan grave como se temía y agradecer, a pesar de todo, el amor y la atención de sus seguidores.