A principios de mayo, un error administrativo en Villa Mercedes, en la provincia de San Luis, resultó en la transferencia de 510 millones de pesos a Verónica Acosta, una madre que esperaba una cuota alimentaria de apenas 8 mil pesos. Gastó gran parte de la plata con compras y envíos de dinero. A raíz de esto, fue detenida junto a cinco familiares y luego dada en libertad, pero bajo una fianza de 30 millones de pesos en total.
La transferencia se efectuó el martes 6 de mayo. Según la Justicia, la causa se originó porque el tesorero provincial denunció su error, por lo que el banco devolvió gran parte del dinero, pero a la mujer le habría quedado una suma de $44.546.269. Se investigaron los movimientos y gastos realizados hasta el jueves 8 del mismo mes.
En ese momento, tanto Acosta como algunos familiares a los que ayudó realizándoles transferencias, fueron detenidos por las autoridades. Luego, el viernes 9, se realizó una audiencia de formulación de cargo por estafas, defraudaciones con tarjetas y retención indebida.
Según contó Hernán Echeverría, el abogado de la mujer, en diálogo con la radio local FM Latina, se les da una prórroga de detención por siete días más con una nueva audiencia el 16 de mayo.
En esa oportunidad se plantearon las cuestiones a analizar del caso. Antonela Panero, jueza Subrogante del Juzgado de Garantía Nº 3, ordenó la libertad de los seis detenidos.
Sin embargo, les impuso una fianza de 5 millones de pesos a pagar en tres días hábiles, a cada uno de los imputados. De caso contrario, serían detenidos de nuevo y enviados al Servicio Penitenciario de la provincia, según dijo el abogado.
El pasado miércoles, a horas de que venza el plazo para pagar la fianza, Echeverría confirmó en FM Latina: “Hemos interpuesto recurso de apelación, no solamente por la imputación formulada por el delito de estafa, entiendo que no se ha configurado dicho delito, y lo hemos hecho por la exorbitante fianza”.
Los demás imputados son Nicolás Gil, Margarita Quiroga, Marina Gil, Cintia Gil y Milagros Gil. La mujer aseguró que devolvió las compras que hizo. La causa continúa abierta, en el juzgado de Garantía N° 3 de Villa Mercedes.
Cómo fueron los hechos
Acosta, quien esperaba una cuota por parte del padre de su hijo, descubrió el inesperado depósito al revisar su cuenta. Según ella, no sabía de dónde provenía. Al intentar fijarse, solamente le aparecía “data”, y no que era del gobierno o algún ministerio.
Comenzó a usar parte del dinero aquejada por necesidades urgentes. Según relató en diálogo con la radio local FM Latina: dos televisores, una heladera, una freidora, un microondas, un auto Ford Ka modelo 2014 o 2015 y alimentos como pollo, carne, fideos y yerba.
También aseveró que compró cerámicos -porque no tiene piso- y una mochila de inodoro. “Mandaron a la asistente social a ver mi casa, porque justamente no tengo eso”, dijo Acosta.
Además, transfirió dinero a varios familiares: fueron 66 movimientos en total. Los envíos los realizó de a 500 mil pesos, por eso que es fueron tantos, según explicó.
Acosta insistió en que al principio pensó que se trataban de 500 mil pesos, pero luego fue consciente de la magnitud millonaria del error: $510.236.811. La Justicia aseguró que, igualmente, le habrían quedado unos 44 millones para gastar. También aseveraron que en 10 minutos se realizaron 12 transferencias y superaron las 60 en 24 horas.
“Me encuentro con este dinero, y con tanta necesidad, me fui a hacer compras y ayudé a mi familia con transferencias”, le dijo la mujer a FM Latina.
Las repercusiones de este accionar llegaron cuando las autoridades congelaron su cuenta al día siguiente. Durante ese mismo día, a la tarde, ella sale en las noticias por lo sucedido y así se enteró de su error.
“Quiero aclarar que a mí en ningún momento me llaman. Yo no soy avisada. Recibo esa plata, la uso y al otro día se congela la cuenta. A la tarde mi ex cuñada me dijo ‘estás en las noticias’”, contó Acosta.
“Después de todo eso, mientras yo estaba leyendo la noticia, me encuentro con la policía en mi casa”, agregó, en relación al allanamiento.
Acosta, durante la entrevista, también desmintió versiones sobre el uso lujoso del dinero para viajes. Afirmó que ella no viajó hasta Formosa, que los movimientos relacionados con esta provincia fueron por una transferencia de 50.000 pesos que le realizó a su hermana.
También negó haber comprado más de 150 piezas de sushi. “Ni sé lo que es, nunca lo probé al sushi”, dijo.
La versión del Estado
Por otro lado, la Fiscalía de Estado, representada por el abogado Flavio Ávila, aclaró que hubo intentos de contacto previos para alertar a Acosta sobre el error, pero que no recibieron respuesta.
Según el medio Radio Popular San Luis, Ávila sostuvo: “La buena fe hay que demostrarla con hechos”.