El presidente Donald Trump asistirá a la cumbre del Grupo de los Siete en junio, según anunció la Casa Blanca, en un contexto marcado por tensiones comerciales y sus esfuerzos por poner fin a la guerra de Rusia en Ucrania, factores que enturbian las relaciones de Estados Unidos con algunos de sus aliados más cercanos.
La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt dijo el jueves que Trump asistirá a la reunión del 15 al 17 de junio.
La cumbre de líderes del G7 se celebrará este año en Kananaskis, Alberta, lo que llevará al Presidente a Canadá —una nación cuya economía y soberanía han enfrentado varias amenazas por parte del mandatario estadounidense. La visita pone de relieve cómo sus políticas para remodelar el comercio y el orden mundial han trastocado relaciones de larga data.
Trump ha sugerido en repetidas ocasiones que Canadá debería convertirse en el estado número 51 de Estados Unidos y sus aranceles generalizados amenazan con dañar una de las relaciones comerciales más importantes del mundo, ya que los dos vecinos intercambiaron USD 916.000 millones en bienes y servicios en 2024.
Esas tensiones amenazan, también, con complicar la reunión del G7, que también incluye a Francia, Alemania, Italia, Japón y el Reino Unido, en el tercer viaje internacional de Trump desde que asumió de nuevo el cargo en enero.
Los gravámenes que la Casa Blanca impuso a las importaciones ocuparán un lugar destacado en la agenda, a medida que los socios comerciales de Estados Unidos buscan cerrar acuerdos para evitar tasas más altas.
En mayo, el Presidente presentó un pacto comercial con Reino Unido, aunque los detalles no alcanzaron el acuerdo “completo e integral” que él mismo presentó, en tanto que Washington y Beijing acordaron reducir drásticamente sus aranceles recíprocos en un intento por facilitar las negociaciones.
Aun así, el presidente ha indicado que se está alejando de las conversaciones con muchos países y que buscará imponer algunos niveles arancelarios por su cuenta.
Los amplios gravámenes impuestos a docenas de países y sectores clave han generado preocupación por una desaceleración económica mundial.
Antes de la cumbre de líderes de junio, los ministros de Finanzas del G7 -entre ellos el secretario del Tesoro de estadounidense, Scott Bessent- se reunieron esta semana en Canadá para abordar las preocupaciones sobre la ralentización del crecimiento y el aumento de la inflación derivados de la guerra comercial, y encontrar un terreno común.
Un ámbito en el que el G7 podría alcanzar un consenso es el de China, ya que los países han intensificado sus medidas comerciales contra la mayor economía de Asia para alinearse mejor con la Casa Blanca.
Un tema mucho más polémico que enfrentan los líderes del G7 es el apoyo a Ucrania. Las esperanzas de los aliados europeos de que Trump aumentara la presión sobre Rusia para que aceptara un alto el fuego de 30 días se desvanecieron a principios de mayo, tras su conversación con su homólogo ruso, Vladimir Putin.
Trump afirmó, tras la llamada, que las partes iniciarían negociaciones para poner fin a los combates, pero no ofreció ninguna amenaza de sanciones ni un calendario para empujar a Putin hacia la paz, lo que frustró a Kiev y a sus aliados.
Putin, por su parte, solo ha presentado exigencias maximalistas, confiado en que sus fuerzas tienen la ventaja en la guerra contra Ucrania que él mismo inició y que ya dura cuatro años.
La cumbre de junio será organizada por el primer ministro canadiense, Mark Carney, quien se reunió con Trump a principios de mayo, en un intento por restablecer las relaciones entre sus países. Trump se burló regularmente del predecesor de Carney, el ex primer ministro Justin Trudeau, calificándolo de mero “gobernador”.
Si bien durante la visita de Carney a la Casa Blanca, Trump ofreció una bienvenida más cordial, el presidente volvió a plantear la posibilidad de que Estados Unidos absorba a su vecino del norte, lo que llevó al primer ministro a decir que su país nunca estaría a la venta.
Trump ya había asistido a una cumbre del G7 en Canadá en 2018, la última vez que el país albergó la reunión. En esa cumbre, se pusieron de manifiesto las divisiones dentro del grupo, ya que Trump se retiró anticipadamente y se abstuvo de firmar un acuerdo conjunto.
(Bloomberg)