Los gestores de fondos internacionales retomaron posiciones en el mercado argentino, aprovechando la baja de precios generada por la depreciación del peso y el retroceso de la deuda en moneda local, informó Bloomberg. Firmas como Vontobel Asset Management, Neuberger Berman y JPMorgan Chase & Co. definieron estrategias para captar rendimientos en el contexto actual.
Según el cable de la agencia internacional, Vontobel Asset Management compró Boncer, bonos ajustados por inflación emitidos por el Gobierno. En paralelo, Neuberger Berman adquirió contratos a futuro no entregables (NDF) y deuda local. En el caso de JPMorgan, sus estrategas recomendaron a los clientes tomar posición en bonos Bontam en pesos con vencimiento en diciembre de 2026.
Este reposicionamiento se produjo después de que el Banco Central dejara de renovar el mes pasado las letras a corto plazo conocidas como LEFIs, lo que incrementó la liquidez de pesos en el sistema. Para contener la presión sobre el tipo de cambio, la autoridad monetaria elevó los encajes bancarios, medida que obligó a las entidades locales —principales compradoras de deuda doméstica— a inmovilizar más pesos en el Banco Central. Este cambio derivó en un aumento de los rendimientos de los bonos locales.
Carlos de Sousa, gerente de cartera en Vontobel, explicó que el Banco Central “básicamente se vio obligado a endurecer la liquidez” y señaló que la transición fuera de las LEFIs “eventualmente se resolverá”, lo que permitiría que las tasas locales se normalicen cuando el mercado se estabilice.
Los datos citados por Bloomberg muestran que el rendimiento de los Boncer con vencimiento en diciembre pasó del 12,4% a fines de junio al 16,8% a fin del mes pasado, para luego retroceder levemente al 16,6%.
En ese mismo período, el peso argentino se depreció más de 10%. La moneda se ubicó en 1.332 por dólar, afectada también por la menor liquidación de divisas del sector agroexportador y la cautela de los inversores antes de las elecciones legislativas de medio término, consideradas un termómetro del apoyo al presidente Javier Milei.
Gisela Brant, estratega de JPMorgan, escribió la semana pasada que “el ajuste reciente fue significativo, mejorando la relación riesgo-retorno para las operaciones de carry trade”. La analista había sugerido “tomar un respiro” con los bonos en pesos a fines de junio, debido a la presión sobre las cuentas externas y la incertidumbre previa a los comicios.
Bloomberg señaló que Brant sostuvo en su último informe que, si bien las elecciones mantienen un factor de incertidumbre, con los niveles actuales de tasas y tipo de cambio parte de la prima de riesgo ya se incorporó en los precios. Añadió que esperaba un buen desempeño del partido de Milei en la votación de octubre.
El peso, no obstante, todavía se ubicó lejos del techo de la banda de flotación administrada de 1.456 por dólar, lo que dejó margen para un debilitamiento adicional.
Ese riesgo no desalentó a Gorky Urquieta, codirector del equipo de deuda de mercados emergentes de Neuberger Berman, que incrementó la exposición a activos argentinos tras la venta masiva de julio. Urquieta consideró que entrar en estos niveles dentro de la banda puede dar un retorno positivo en dólares incluso si la cotización sube hasta el límite superior.
Bloomberg destacó que este renovado interés de los fondos internacionales se concentró en instrumentos ajustados por inflación, contratos a futuro y deuda en pesos, lo que muestra un enfoque orientado a obtener rendimientos en moneda local a pesar de la volatilidad.
Además, en el caso de JPMorgan, el retorno a estrategias de carry trade en la Argentina se produce semanas después de que el banco se retirara de estas operaciones antes de la suba del dólar en julio. Tal como informó Infobae, la entidad volvió a recomendar a sus clientes operaciones de carry trade en activos en pesos, lo que implicó un cambio en su visión sobre el riesgo local.
En aquel artículo, se detalló que la nueva recomendación se basó en un contexto de tasas más elevadas y un tipo de cambio dentro de la banda de flotación, lo que mejoró el balance entre riesgo y retorno esperado.
El análisis de Bloomberg agregó que la dinámica reciente del mercado argentino mostró rendimientos más altos para la deuda en pesos, en un escenario de volatilidad cambiaria y señales mixtas sobre la política monetaria. La combinación de encajes más estrictos, reducción de instrumentos de corto plazo y tasas reales positivas atrajo nuevamente a inversores globales con alta tolerancia al riesgo.
El interés de fondos como Vontobel, Neuberger y JPMorgan reforzó la idea de que ciertos actores internacionales encuentran valor en la deuda local cuando los precios caen por factores internos. Sin embargo, el seguimiento de la política económica y de los movimientos del mercado cambiario sigue siendo determinante para sostener esas estrategias.
De acuerdo con Bloomberg, el impulso de estas compras también estuvo vinculado a la percepción de que parte del riesgo político ya fue descontado en las cotizaciones actuales. La expectativa de que el oficialismo logre un resultado favorable en octubre funcionó como un factor adicional para reactivar el flujo de capitales hacia instrumentos argentinos.
En paralelo, los contratos a futuro no entregables ofrecieron una vía para cubrirse de la depreciación del peso y, al mismo tiempo, capturar tasas elevadas. Esta combinación fue clave para Neuberger Berman, que decidió aumentar su exposición pese a la posibilidad de que la moneda se acerque al límite superior de la banda de flotación.
Por su parte, Vontobel apostó a los Boncer como forma de resguardar valor frente a la inflación y beneficiarse de las tasas más altas que surgieron tras el cambio en la estrategia del Banco Central.
En el caso de JPMorgan, la recomendación sobre los Bontam en pesos con vencimiento en diciembre de 2026 apuntó a captar el diferencial de rendimiento en un escenario donde el tipo de cambio se mantuvo contenido dentro de la banda. Esta sugerencia marcó un giro respecto de su postura de fines de junio, cuando la entidad había aconsejado reducir exposición a bonos en moneda local.
Bloomberg remarcó que el repunte de las tasas y la depreciación de la moneda configuraron un nuevo punto de entrada para inversores dispuestos a asumir riesgo argentino. Los movimientos de julio y principios de agosto reconfiguraron el escenario para quienes buscan oportunidades de corto y mediano plazo en la región.
El desempeño de los activos en las próximas semanas dependerá de la respuesta del mercado a las medidas monetarias, de la evolución del tipo de cambio y del resultado electoral de octubre, factores que seguirán bajo la observación de los fondos internacionales.