Existen muchas señales que ponen en alerta a los dueños de los gatos. Estos animales, reconocidos por su energía -a veces, desmedida-, comienzan a padecer el paso de los años, al igual que los humanos.
Los indicios del envejecimiento en los gatos son muy evidentes. Una de las primeras alertas es la falta de energía y el sedentarismo extremo. Esta condición aplica para los felinos con salida al exterior y a los que están contenidos en cuatro paredes en los departamentos.
La esencia de los gatos es la curiosidad y el movimiento. Por ende, si comenzamos a observar que ellos no solo esquivan los estímulos, sino que duermen excesivamente, es motivo tal para acercarse a un especialista en comportamiento felino.
La falta de vitalidad es, notablemente, una de las señales más significativas del envejecimiento del gato, pero no la única. Otro punto a tener en cuenta, que puede denotar un indicio, es la falta de higiene en el animal. Al ser uno de los más limpios, los felinos que comienzan a descuidarse dan a entender una falta notable de energías. Este hecho también puede notarse en las bandejas sanitarias, las cuales dejan de estar en consideración para ellos en ciertos momentos de su vida.
El pelo de tu mascota es otra de las señales más notorias del envejecimiento. Esto viene de la mano con la higiene del animal, quien, constantemente, se limpia con su propia lengua.
Por último, la aparición de tumores o enfermedades pueden atentar contra la naturaleza del felino aplacándole las energías y llevándolo a estar más recluido en su hogar, sin siquiera -en casos extremos- acercarse a su bandeja de alimentos.
A qué edad se considera viejo a un gato
Los especialistas explicaron cuándo se considera viejo a un gato. A partir de los 3 a 6 años, un felino entra en el periodo de la adultez. Tras pasar por la esterilización, la cual le modifica el carácter, el animal forja su carácter y eso lo independiza aún más dentro del terreno donde habita.
Tras pasar la barrera de los 6 años, lo que le sigue a los gatos es un periodo donde deberá controlarse más seguido. Es que desde los 7 a los 10 se deberá constatar su salud, en especial los dientes y los colmillos.
Finalmente, a partir de los 11 años en adelante, el felino se puede considerar viejo. En este lapso, la mascota puede padecer algunos contratiempos como enfermarse de diabetes o tener inconvenientes con su pelaje. Lo más recomendable en estos casos es cepillar el pelo del animal asiduamente y hacer consultas periódicas con veterinarios.