El Museo de Arte de Filadelfia y el barrio donde nació el legendario Rocky Balboa se convirtieron en el escenario de una nueva etapa para la obra teatral Rocky. Allí, los protagonistas de la aclamada adaptación argentina, Nico Vázquez y Dai Fernández, emprendieron un viaje reciente que cruzó fronteras no solo geográficas, sino también emocionales. A pocos días de oficializar su romance, con las cámaras encendidas y la expectativa a flor de piel, ambos grabaron imágenes promocionales para la segunda temporada, cuyo estreno está marcado para el 13 de enero de 2026 en el Teatro Lola Membrives.

Filadelfia, convertida en un símbolo de perseverancia gracias al universo creado por Sylvester Stallone, acogió nuevamente la épica del boxeador de barrio humilde. La producción eligió los escenarios más emblemáticos de la saga: el barrio de Rocky y, por supuesto, los míticos escalones del Museo de Arte, aquellos donde continuamente miles de admiradores repiten una y otra vez la icónica escena. La intención fue capturar la esencia de una historia que, desde el cine y ahora en el teatro, sigue pulsando fuerte en el corazón de la ciudad y sus visitantes.

Dai Fernández y Nico Vázquez (Adrian y Rocky) en el frente de la casa original de la pelicula (Prensa Rocky)

La emoción no terminó con las cámaras. Paralelamente, Nico se dio el lujo de sumar otro hito personal: participó en la tradicional “Rocky Run”, el evento atlético más emblemático de la ciudad, que cada año reúne a más de 30 mil corredores. Vestido como el propio boxeador que interpreta en el escenario, Vázquez completó el exigente recorrido, y logró ubicarse en el puesto 308 de la clasificación general y escalar hasta el lugar 16 dentro de su categoría de edad. Un logro que no pasó inadvertido entre los fanáticos y competidores: su presencia generó entusiasmo y renovó el vínculo entre la obra y la comunidad que celebra la figura de Rocky. ¿No es acaso esto la materialización de aquel grito de aliento, la prueba viva de que el personaje trasciende la ficción para convertirse en ejemplo de resistencia y voluntad?

Mientras tanto, Dai Fernández, encargada de dar vida a Adrian en la aclamada puesta teatral, estuvo al lado de Vázquez durante las grabaciones y las actividades promocionales, aunque prefirió dejar la carrera en las piernas de su novio y compañero de elenco. No estuvieron solos: el director Mariano Demaría y el productor Damián Armocida también integraron la comitiva argentina, supervisando el rodaje de una nueva serie de piezas visuales que entrarán de lleno en la campaña de promoción de la pronta temporada.

Adrian y Rocky frente al Iconico Gimnasio de Mickey

Pero no todo fue trabajo y destellos de cámaras. Uno de los rumores más persistentes en el ambiente del espectáculo argentino, la relación sentimental entre Vázquez y Fernández, se confirmó días antes de emprender este viaje y finalmente en el aeropuerto dieron la primera foto juntos. Fue en el Radio City Music Hall de Nueva York donde, tomados de la mano y ante un icónico telón, decidieron oficializar su vínculo para las cámaras. La fotografía, publicada por Vázquez en sus historias de Instagram, marcó el comienzo de una nueva etapa para la pareja. Meses de especulaciones y miradas por encima del hombro dieron paso a la confirmación pública, convirtiéndose en uno de los temas más aireados en el ambiente artístico.

El regreso al hogar argentino ya asoma en el horizonte, mientras la primera temporada de Rocky se acerca a su punto final, previsto para el 30 de noviembre. Pero la espera no será larga. Ya pueden adquirirse las entradas para la segunda temporada, que dará inicio en enero de 2026 en el Teatro Lola Membrives, abriendo una nueva oportunidad para el público local de vibrar y latir con una historia que, generación tras generación, sigue encendiendo la esperanza.

Nico Vázquez y Dai Fernández en Nueva York, en su primera foto juntos tras confirmarse la relación

La trama que mueve corazones es conocida: Rocky Balboa, boxeador marginal, es elegido, casi como una broma del destino, para enfrentar al campeón mundial Apollo Creed. En ese accidentado camino hacia la pelea más difícil, encuentra en Adrian mucho más que una compañera: un refugio y un impulso, la fuerza para superar el temor y levantarse tantas veces como sea necesario. La verdadera victoria, recuerda esta adaptación inspirada en la película original, acontece en el lugar más íntimo y muchas veces invisible: en no rendirse jamás.

La puesta argentina de Rocky es un puño cerrado, arriba del ring, pero también es un abrazo apretado en las butacas. Una experiencia teatral intensa, colmada de emociones y capaz de inspirar a quienes alguna vez sintieron que no podían, a los que alguna vez consideraron imposible dar un paso más. Solo basta subir los escalones, mirar hacia adelante y, como Rocky, no dejar de intentarlo.