
La coincidencia entre Ricardo Darín y Julio Bocca en el Aeropuerto de Laguna del Sauce, en Punta del Este, durante la previa de Navidad, atrajo de inmediato la atención tanto de los presentes en la terminal como del ambiente artístico de Uruguay. El encuentro, de carácter informal, reunió a dos figuras emblemáticas de la cultura argentina en un espacio alejado de la habitual actividad mediática, dando lugar a una charla distendida observada por viajeros y trabajadores.

Mientras aguardaba la llegada de su hija Clarita Darín desde Buenos Aires, el actor vivió un instante de gran carga emocional. El momento decisivo ocurrió cuando la joven llegó con el perrito familiar; testigos destacaron la expresión de incredulidad y la alegría que mostró Darín al reencontrarse con su mascota, convirtiendo esa escena en uno de los recuerdos más intensos de la jornada.

En el plano profesional, Darín atraviesa una etapa de reconocimientos. Disfruta del éxito de la serie El Eternauta, estrenada en abril de 2025, y se prepara para el regreso de la obra teatral Escenas de la vida conyugal junto a Andrea Pietra, que volverá a escena en el teatro Coliseo de Buenos Aires en marzo de 2026, tras una gira que agotó entradas en Madrid y otras ciudades de España además de una breve temporada en la sala de la calle Marcelo T. de Alvear. Además, participó del documental sobre Nueve reinas y trabaja en la producción de El Aura, sumando así nuevos proyectos a su trayectoria en cine y teatro y conectando el pasado con el presente.

Por su parte, Julio Bocca se encuentra empezando su trabajo al frente del Ballet Estable del Teatro Colón en Buenos Aires. Según contó el legendario bailarín, su gestión está enfocada en impulsar cambios y potenciar la proyección internacional de la compañía, con el objetivo de fortalecer la posición del ballet argentino en el panorama global.

El abuelo Ricardo
Por fuera de su nutrida agenda, que lo ubica entre los actores más destacados del país, el interés principal de Darín lo tiene enfocado en el embarazo de su hijo Chino y Úrsula Corberó que lo harán abuelo por primera vez. Días atrás, la actriz española captó la atención de sus seguidores en redes sociales, donde la actriz exhibió el crecimiento de su pancita con un look relajado e íntimo. En una fotografía, el actor Javier Calvo acompañó el retrato, reforzando el círculo de confianza y amistad que envuelve a los dos.
La complicidad entre ambos quedó evidenciada en la postal que Corberó subió a su cuenta de Instagram, en la que posó con un conjunto negro que remarcó su silueta actual. La actriz se mostró sonriente, apoyó una mano en la cintura y extendió la otra hacia adelante, gesto que acompañó Calvo con una sonrisa coordinada.

Este reencuentro, según recordó el propio contexto de la imagen, representó la continuidad de una amistad forjada hace más de 15 años, cuando compartieron elenco. “PREGNANCY EN BAIRES”, escribió Corberó en una de las instantáneas previas, fusionando, en palabras breves, su residencia porteña con su perfil internacional como actriz.
En otra publicación realizada a finales de noviembre, Corberó compartió una selfie que captó la naturalidad de su embarazo. Escogió un estilo urbano: camiseta blanca ajustada, mini negra con bolsillos laterales, bolso de cuero y gafas de sol, para ilustrar su adaptación al verano de Buenos Aires. Esta imagen fue parte de una serie que incluyó referencias directas a la intimidad cotidiana que vive junto al actor Chino Darín.

Entre esas publicaciones, sobresalió otra imagen en la que Corberó sostuvo un par de escarpines celestes tejidos en primer plano, preparados para el futuro bebé.
Los objetos personales y los ambientes cálidos dominaron el encuadre, sugiriendo un ambiente familiar, alejado de la exposición típica del ambiente artístico. A través de cada una de estas instantáneas y mensajes, Corberó exhibió “el deseo de disfrutar cada parte del proceso con autenticidad”.

La presencia de Calvo en las imágenes no resultó azarosa. Ambos construyeron una amistad sólida desde que trabajaron juntos en la televisión española en 2008. Ese vínculo sostuvo la narrativa que Corberó priorizó en redes: la maternidad celebrada desde la compañía de pareja, amigos y entorno cercano.