
La causa por el triple femicidio narco de Florencio Varela ya tiene 12 detenidos. El último capturado fue Bernabé Jesús Mallon, de 42 años, quien cayó en las últimas horas en la localidad bonaerense de Berazategui, acusado de ser quien engañó a Lara Gutiérrez para que vaya junto a Morena Verdi y Brenda del Castillo a la casa de Florencio Varela donde las asesinaron y descuartizaron. Sin embargo, aunque su arresto recién se haya concretado a tres meses del hecho, su nombre siempre estuvo en la mira de la Justicia.
Las primeras pistas que pusieron a Mallon en el grupo de presuntos involucrados en el crimen surgieron casi al comienzo del expediente, cuando los investigadores desplegaron un amplio abanico de tareas para dar con los responsables del hecho. Entre ellas, análisis de cámaras de seguridad, estudio de comunicaciones telefónicas y seguimientos encubiertos.
El 12.º detenido en la causa fue identificado por primera vez en una filmación registrada el 18 de septiembre en una parrilla de Avellaneda, donde se lo ve junto a otros imputados ya detenidos. La teoría de la acusación señala que esa tarde él habría invitado a Lara Gutiérrez, la menor de las víctimas, a la falsa fiesta que se iba a hacer en la vivienda de Florencio Varela y le habría ofrecido pagarle 300 dólares para que vaya con sus amigas.
Hace un tiempo, Mallon fue citado por los investigadores para dar explicaciones sobre esas imágenes. Él intentó justificar su presencia alegando tener un vínculo comercial con uno de los principales sospechosos. Sin embargo, el análisis de las pruebas recolectadas reveló que esa relación era solo una fachada para encubrir actividades ilícitas, principalmente relacionadas con la comercialización de drogas. Tras un análisis más exhaustivo, los investigadores determinaron que Mallon en realidad ocupaba un rol jerárquico dentro de la organización criminal, similar al de otros miembros ya arrestados.

La situación del sospechoso se complicó aún más el pasado 5 de diciembre, cuando lo citaron a comparecer ante la Justicia otra vez. Allí, ante la Secretaría N° 8 del juzgado, tuvo varias contradicciones: negó conocer a uno de los principales imputados, pese a que existían registros fílmicos y de comunicaciones que lo ubicaban junto a él; se mostró visiblemente nervioso ante preguntas clave; y se negó a aportar su número de teléfono, alegando no utilizar líneas telefónicas. Esta afirmación resultó poco creíble para los fiscales. Además, sus declaraciones sobre hechos y movimientos ya comprobados por la investigación no coincidían con la evidencia.
Tras su declaración, las sospechas sobre Mallon se intensificaron, como así también las tareas de vigilancia. En uno de estos operativos de seguimiento, las autoridades descubrieron que había vendido un auto, que había modificado sus rutinas abruptamente y hasta observaron movimientos inusuales en su domicilio, como terceras personas llevándose muebles, que daban a sospechar sobre una mudanza. Estos comportamientos fueron interpretados como riesgo de una posible fuga, lo que llevó a los investigadores a alertar al Juzgado Federal.

Ante la acumulación de indicios, el magistrado ordenó el allanamiento y detención inmediata de Mallon. El operativo se concretó este viernes, cuando el sospechoso fue arrestado al salir de su domicilio. En el procedimiento se secuestraron seis teléfonos celulares, que serán analizados para profundizar la investigación.
Actualmente, la causa sigue en desarrollo, con el análisis de comunicaciones, movimientos financieros y la búsqueda de otros posibles involucrados. Las contradicciones y conductas de Mallon, sumadas a la evidencia reunida, resultaron determinantes para su detención y para avanzar en el esclarecimiento de la compleja trama criminal.