
Aunque el Gobierno nacional todavía no logró quebrar los 600 puntos de riesgo país, por ahora no precisa acceder a los mercados para asegurarse de dólares frescos. En realidad, esas divisas van a ingresar a través de las empresas y provincias que sí están logrando importantes colocaciones de deuda en los mercados internacionales.
Ayer fue el turno de la provincia de Santa Fe, que consiguió USD 800 millones con un bono a 9 años de plazo, con un rendimiento de 8,1% anual. La cifra sorprende por lo abultado, transformándose en una de las operaciones de mayor magnitud de los últimos años. La ciudad de Buenos Aires había colocado una emisión del Bono Tango hace un par de semanas y levantó USD 600 millones.
Entre las empresas, hubo emisiones en dólares de Tecpetrol, YPF y Pampa, entre otras, mientras que otros emisores como Vista estarían a punto de hacer lo propio. Por otro lado, bancos como Galicia están consiguiendo financiamiento directamente a través de organismos internacionales. En este caso serían unos USD 300 millones del BID a siete años para financiar a las PYMES.
Todas estas colocaciones ya suman más de USD 6.000 millones. La campana de largada fue la victoria del gobierno en las elecciones legislativas, lo que despertó una ola de optimismo entre los inversores. Subieron fuerte las acciones, cayó el riesgo país y regresó el apetito por emisiones de deuda de colocadores argentinos.

Para el gobierno esto implica un fuerte alivio para los próximos meses, especialmente en el plano cambiario. Esto sucede porque a lo largo del primer trimestre de 2026 la mayor parte de estas emisiones deberá ser liquidada en el mercado cambiario.
La normativa actual establece que los colocadores pueden dejar los dólares sin liquidar hasta el pago del vencimiento del primer cupón de intereses. En la mayoría de los casos esto ocurrirá entre fines de diciembre y marzo.
Hasta ahora el único que ingreso los dólares fue el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, pero no los liquidó en el mercado sino que los dejó depositados en una cuenta en dólares.
Este futuro ingreso de divisas es un dato muy relevante porque ayudará a equilibrar la oferta y la demanda de dólares en el primer trimestre, que por lo general es flojo.
Es natural esperar un incremento en la compra de dólares del público en enero y febrero para viajar al exterior y también para pagar la tarjeta por gastos realizados fuera del país.
Se trata de un ingreso de divisas que hasta hace pocas semanas no estaba contabilizado, pero que será un puente muy importante para poder llegar a la cosecha gruesa sin sobresaltos.
Por lo pronto, en los bancos aseguran que la demanda de dólares cayó a una fracción mínima de lo que venía siendo en los meses previos a las elecciones. Entre abril y octubre, de hecho, se compraron casi USD 30.000 millones, una cifra totalmente inesperada por lo elevada.
En noviembre la demanda aflojó significativamente y en diciembre también viene baja. Además este mes pesa mucho la estacionalidad: hay mayor demanda de pesos por el pago de medio aguinaldo y los gastos de las fiestas, por lo que queda poco margen para comprar divisas.
El dólar viene muy tranquilo en los últimos días. El oficial cayó ayer a $1.470, mientras que el dólar que el informal también disminuyó otro escalón a $ 1.430. Todo esto a pesar de una fuerte baja de las tasas de interés. Los bancos redujeron los rendimientos de los plazos fijos hasta niveles del 22% anual, pero esto al menos por ahora no generó presión cambiaria.