LONDRES.- En un fallo con implicaciones de gran alcance, la Corte Suprema de Gran Bretaña dictaminó el miércoles que una mujer es alguien nacida biológicamente femenina y que las mujeres transgénero están excluidas de esa definición legal.

El fallo fue aplaudido por algunas feministas que han hecho campaña para salvaguardar los derechos de las mujeres sobre la base del sexo biológico mientras que defensores de la comunidad trans se mostraron decepcionados y preocupados por las implicaciones del fallo.

Qué dice el fallo

El juez Patrick Hodge, junto con los otros cuatro magistrados del Tribunal Supremo, dictaminó por unanimidad que los términos “mujer” y “sexo” en la Ley de Igualdad se refieren exclusivamente al sexo biológico. Según la sentencia, las palabras “sexo”, “mujer” y “hombre” siempre se entendieron como referidas a las categorías biológicas, y ampliar esa definición para incluir a personas trans haría que la ley resultara incoherente e impracticable en su aplicación.

Los jueces sostuvieron que no existen razones suficientes para considerar que el legislador pretendiera que los derechos y protecciones basados en el sexo se extendieran a grupos más diversos y complejos, como el de las personas transgénero, en lugar de aplicarse específicamente a mujeres y hombres biológicos que comparten condiciones biológicas que los exponen a desventajas y discriminación.

Además, advirtieron que si “sexo” no se entendiera únicamente como sexo biológico en la legislación de 2010, los proveedores de espacios exclusivos por sexo, como vestuarios, refugios y servicios médicos, enfrentarían “dificultades prácticas” para su aplicación.

Cómo llegó el caso a la corte

Activistas celebran al conocer el resultado del fallo del Tribunal Supremo sobre cómo definir a una

El caso surge de un largo proceso judicial iniciado por el grupo activista For Women Scotland (FWS), que se opone a la inclusión de las mujeres trans en definiciones legales de “mujer”. FWS demandó al gobierno escocés después de que en 2018 el Parlamento escocés aprobara la Ley de Representación de Género en Juntas Públicas, que buscaba mejorar el equilibrio de género en el sector público. Una enmienda a esta ley incluyó a todas las mujeres trans, independientemente de si poseían un certificado de reconocimiento de género (GRC), lo que desató la controversia.

FWS presentó una revisión judicial para argumentar que esta ampliación de la definición de “mujer” podría afectar a espacios exclusivos por sexo, como hospitales y prisiones, tratando a las mujeres trans como mujeres biológicas. En respuesta, los ministros escoceses modificaron la normativa para alinearla con la Ley de Igualdad, limitando la definición de “mujer” solo a las mujeres trans con GRC. Sin embargo, FWS consideró que la definición seguía siendo demasiado amplia y presentó una nueva revisión judicial, que fue desestimada.

Finalmente, tras varias apelaciones, FWS llevó el caso al Tribunal Supremo, que fue el que dictó el fallo definitivo sobre la definición legal de “mujer” en el marco de la Ley de Igualdad. El Tribunal Supremo determinó que la definición no incluye a las mujeres trans con GRC, lo que podría tener implicaciones significativas en la aplicación de normas sobre espacios y servicios exclusivos por sexo en Escocia, Inglaterra y Gales.

Cuáles son las implicancias del fallo

El fallo menciona explícitamente espacios y servicios que podrían estar reservados exclusivamente para mujeres biológicas, como centros de asesoramiento para víctimas de violación, refugios para violencia doméstica, salas hospitalarias y vestuarios. Si bien la ley ya contemplaba la posibilidad de excluir a mujeres trans en ciertas circunstancias, la sentencia del miércoles parece allanar el camino para que estas exclusiones se apliquen con mayor frecuencia y facilidad.

También podrían verse afectadas otras áreas, como el deporte y el ámbito laboral. Las atletas trans podrían ser excluidas de competiciones femeninas, y en los lugares de trabajo podrían surgir tensiones en torno a la inclusión de personas trans, dado el respaldo legal que ahora tienen quienes defienden una interpretación biológica del sexo.

Hannah Ford, abogada laboral de la firma Stevens & Bolton, advirtió en declaraciones a la BBC que garantizar entornos laborales inclusivos para las personas trans será “una batalla cuesta arriba” tras este fallo. No obstante, destacó como aspecto positivo la claridad jurídica que aporta la sentencia, señalando que representa “un triunfo del sentido común frente a la incoherencia legal y la ficción jurídica”.

Reacciones

Lord Hodge, vicepresidente del Tribunal Supremo, hizo un llamado a la ciudadanía para que no interpretara la decisión como “un triunfo de uno o varios grupos de nuestra sociedad a expensas de otros”. En su intervención, destacó que la sentencia no debe verse como un conflicto entre grupos, sino como una cuestión legal que respeta las protecciones claras que la Ley de Igualdad otorga a todas las personas trans contra la discriminación y el acoso. De esta manera, subrayó la importancia de garantizar los derechos de todos los colectivos involucrados sin fomentar divisiones innecesarias.

Sin embargo, hubo reacciones enérgicas por parte de ambos lados. Figuras destacadas de la comunidad LGBTQ+, como Simon Blake, director ejecutivo de Stonewall, calificaron el fallo como “profundamente preocupante” para las personas trans, al considerar que esta sentencia podría debilitar el reconocimiento legal de su identidad y afectar negativamente sus derechos.

Fuera de la sala del tribunal, activistas feministas vitorearon y corearon consignas a la sombra de la estatua de Millicent Fawcett, una figura histórica del movimiento sufragista. Entre los presentes se encontraban varias figuras destacadas y cofundadoras en 2018 del grupo For Women Scotland, como Joanna Cherry, jurista y exdiputada del SNP escocés que se desvinculó del partido independentista, en el poder en Edimburgo, por este controvertido tema.

El grupo Sex Matters, que también participó en el caso, celebró la decisión, afirmando que el tribunal había emitido “la respuesta correcta”. Según su directora ejecutiva, Maya Forstater, la sentencia reafirma que la característica protegida de “sexo” —masculino y femenino— se refiere a la realidad biológica y no a la documentación legal. Este argumento resalta una visión de que la definición de “sexo” debe basarse en factores biológicos y no en la identidad de género reconocida a través de certificados, lo cual ha generado controversia entre los diferentes grupos implicados.

J.K. Rowling elogió el fallo, considerándolo una medida para “proteger los derechos de las mujeres y las niñas en todo el Reino Unido”. A través de su perfil en X, la escritora destacó el trabajo del grupo feminista escocés For Women Scotland, que presentó el recurso que llegó al tribunal más importante del país.

La autora de Harry Potter expresó su apoyo al grupo activista, afirmando: “Estoy orgullosa de ustedes”. Rowling, conocida por su postura en defensa de la “diferencia biológica” de las mujeres, ha sido una figura destacada en la controversia sobre la “ideología de género”, defendiendo la definición de mujer basada en el sexo biológico, una posición que ha generado un intenso debate público.

Agencias AFP y ANSA