La temporada de huracanes en el Atlántico Norte se extiende de junio a noviembre, con mayor actividad entre agosto y septiembre (Imagen Ilustrativa Infobae)

En el Atlántico Norte, la época más común para tormentas tropicales y huracanes es de junio a noviembre, y si bien su pico de actividad es entre finales de agosto y septiembre, a mitad de año comienza la preocupación alrededor de estos fenómenos.

De acuerdo con The Weather Channel, existen cinco mecanismos principales que pueden dar lugar a la formación de tormentas tropicales y huracanes.

1. Ondas tropicales

El mecanismo más común es el desarrollo a partir de ondas tropicales, que no son olas del mar, sino áreas alargadas con rotación, humedad y energía atmosférica. Cada año, unas 60 ondas cruzan desde la costa de África hacia el Caribe y el Golfo de México.

De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de los EEUU, aproximadamente una de cada cinco de estas ondas evoluciona en depresión tropical, tormenta o huracán. Algunas se desarrollan justo después de salir de África; otras, al llegar al Caribe o las Bahamas.

Frentes fríos debilitados pueden transformarse en ciclones tropicales si encuentran condiciones favorables en el Golfo de México o el Atlántico occidental (Foto AP/Rebecca Blackwell, Archivo)

2. Frentes fríos debilitados

Otra vía destacada por The Weather Channel es la transformación de frentes fríos debilitados. Estos frentes, al estancarse sobre el Golfo de México o el Atlántico occidental, pueden originar zonas de baja presión.

Si estas zonas presentan tormentas eléctricas persistentes, vientos favorables en altura y aguas cálidas, podrían evolucionar en ciclones tropicales.

3. Sistemas Convectivos de Mesoescala (SCM)

Los SCM, o complejos de tormentas eléctricas, son una forma menos común de génesis ciclónica. Estos sistemas, originados sobre el sur de Estados Unidos, pueden perder intensidad al avanzar hacia el este.

Sin embargo, si se mantienen activos y alcanzan el Golfo de México, podrían desarrollar tormentas tropicales. Un ejemplo reciente fue la Tormenta Tropical Barry en 2019.

4. Giro centroamericano

El giro centroamericano genera zonas de baja presión que pueden convertirse en ciclones tropicales en el Caribe o el Pacífico oriental (Foto AP/Ramón Espinosa)

El cuarto mecanismo identificado involucra un giro o “gyre” centroamericano, una amplia zona de baja presión sobre Centroamérica, más común al principio o final de la temporada.

En ocasiones, un pequeño núcleo de baja presión se separa y, si permanece sobre el mar, podría transformarse en ciclón tropical. Este proceso presenta incertidumbre sobre si se desarrollará en el Caribe o en el Pacífico oriental.

5. Transición extratropical a tropical

El último mecanismo ocurre cuando un sistema de baja presión no tropical en altura se convierte en ciclón tropical. Esto sucede en latitudes más altas del Atlántico norte, donde una masa de aire frío en altura interactúa con aguas templadas en superficie.

Los residentes se recuperan de los daños causados por los tornados después de que las tormentas mataron a 28 personas en Kentucky, Missouri y Virginia. (AP Photo/Carolyn Kaster)

Esta interacción genera tormentas eléctricas y un sistema híbrido o subtropical, que puede terminar convertiéndose en tormenta tropical si las condiciones lo permiten.

Estos cinco mecanismos explican por qué la temporada de huracanes despierta una atención creciente a medida que se acerca junio, dado que diversos procesos atmosféricos y oceánicos pueden confluir para dar origen a estos peligrosos fenómenos naturales.