Crimen. Horror. Estas dos palabras resonaron en el mundo de los activos digitales la semana pasada cuando John Woeltz, un inversor de 37 años, fue detenido el viernes bajo la acusación de secuestrar y torturar a un hombre italiano de 28 años con el objetivo de obligarlo a revelar la clave de acceso a una fortuna en bitcoin. El delito, que se desarrolló en una lujosa casa en NoLiTa -un barrio de Manhattan-, duró casi tres semanas hasta que la víctima logró escapar y notificar a la policía.
Woeltz, un hombre de Kentucky que siempre mantuvo un bajo perfil, fue procesado el sábado por la mañana en un tribunal criminal de Manhattan y fue acusado de asalto, secuestro, encarcelamiento ilegal y posesión de un arma con fines criminales, según reporta The New York Times. Aunque los detalles exactos de los hechos todavía no se dieron a conocer, sí hay vínculos e información que trascendieron y permiten entender, en líneas generales, qué fue lo que sucedió.
Una visita que se transformó en calvario
Todo comenzó al 6 de mayo cuando la víctima de origen italiano, cuyo nombre es Michael Valentino Carturan, llegó a la gran ciudad. Del aeropuerto fue directamente a la casa de Woeltz, en una visita en apariencia social (habían hecho negocios juntos antes), pero que cambió por completo: después de entrar, la víctima tardó 17 días en poder escaparse de esa casa. Woeltz, junto con un cómplice cuya identidad se desconoce, le quitaron todos los dispositivos electrónicos y le retuvieron el pasaporte, exigiéndole revelar la contraseña de acceso a sus bitcoins. Querían robarle su dinero.
La víctima se negó, y por eso fue sometida a tres semanas de tortura que incluyeron golpes, descargas eléctricas e incluso amenazarlo de muerte con una pistola en la cabeza. De acuerdo con la denuncia, en un momento los dos criminales llevaron al italiano a lo alto de las escaleras de la casa de cinco pisos y lo dejaron colgando de la cornisa, afirmando que iba a morir si no les daba los datos que le pedían. También lo maniataron y le dijeron que iban a matar a su familia mientras estaba inmovilizado.
Este viernes 24, luego pasar 17 días cautivo, el italiano logró escapar a eso de las 9:30 de la mañana. Para su suerte, escapó el día que los criminales, al parecer, planeaban finalmente matarlo. Corrió hasta llegar a una comisaría y logró alertar sobre lo que había sufrido esos días. Poco después, la policía llegó a la lujosa casa que Woeltz alquilaba por 30.000 dólares al mes; lo encontraron descalzo y vestido solo con una bata de baño blanca. Lo arrestaron inmediatamente, mientras que la víctima fue trasladada al Hospital Bellevue para un chequeo médico.
Fotos, cómplices y una motosierra
Adentro de la casa, según detalla el informe policial, se encontraron fotos Polaroid mostrando como el hombre había sido torturado y asaltado. También encontraron armas de fuego y otros artículos utilizados para torturar al italiano. También drogas, chalecos antibala, anteojos de visión nocturna y una motosierra con la que hirieron a Carturan en un brazo.
Por el momento, Ervin Gosnell Jr., el abogado de Woeltz, no hizo ninguna declaración pública. Sin embargo, dos mayordomos que trabajan en la casa que estuvieron presentes accedieron a ser entrevistados por la policía.
En paralelo, Beatrice Folchi fue arrestada el viernes como sospechosa cómplice del caso. La joven de 24 años, que vive en Connecticut, pero es italiana, estaba trabajando como asistente de Woeltz en el momento que se llevaron a cabo los crímenes, según informa el Daily Mail. Fue acusada de secuestro en primer grado y privación ilegítima de libertad en primer grado. “No estoy arrestada” dijo Folchi a los periodistas el sábado. “Todo se va a decir, pero con un abogado de por medio. No puedo hacer ningún comentario ahora”, agregó.