Durante la Segunda Cumbre Sudamericana Global, legisladores de la región coincidieron en que el agro no solo es clave para el desarrollo interno de cada uno de los países, sino también para posicionarse como potencia exportadora ante un mundo cada vez más exigente. Defendieron el modelo productivo regional basado en la trazabilidad, la sustentabilidad y el conocimiento ancestral, y reclamaron políticas comunes que permitirán enfrentar el proteccionismo europeo, fortalecer alianzas y abrir más mercados mundiales.
El evento se realiza este jueves en el salón Pasos Perdidos de la Cámara de Diputados y fue organizado por la Fundación Barbechando y otras entidades del sector. Durante la apertura, el presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, Atilio Benedetti, junto a la presidenta de Barbechando, Ángeles Naveyra, destacaron la importancia de construir consensos entre legisladores para enfrentar desafíos comunes y aprovechar oportunidades en el sector agropecuario.
En ese contexto, el presidente del Frente Parlamentario Agropecuario de Brasil, Pedro Lupión, relató el crecimiento del bloque regional de legisladores en defensa del agro, surgido de una idea gestada en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. “No pensaba que en dos años tendríamos tanta gente, con tantos países y con tantos parlamentarios”, afirmó y destacó el avance desde la cumbre en Brasilia.
Recordó que en este caso, Brasil tiene una experiencia de larga data con un frente parlamentario que se levantó en los años 80, a partir de la redacción de la nueva Constitución de Brasil, en la que no se preveía la propiedad privada para la producción. A partir de ahí, narró, “los productores, ganaderos y agricultores se organizaron con asociaciones para buscar un grupo de parlamentarios que pudieran trabajar para poner el artículo quinto en la Constitución de Brasil que hoy garantiza el derecho a la propiedad privada”.
De esta forma, el frente brasileño comenzó en los años 90 con solo siete legisladores a la que se llamó “Bancada ruralista”, hoy “Frente parlamentario de agropecuaria” que suma más de 350, incluidos “304 diputados y casi 50 senadores”. Llamó a fortalecer la unidad legislativa latinoamericana frente a desafíos comunes como “el comercio global, la legislación ambiental de la Unión Europea y las narrativas que desacreditan nuestra producción”. Defendió la agricultura regional, basada en tecnologías responsables y sustentables como la siembra directa, y enfatizó la tarea continental de garantizar la seguridad alimentaria mundial.
El senador uruguayo Sebastián Da Silva expuso las contradicciones del agro al señalar que “Uruguay es el país más ganadero del mundo, con menos ruralidad”, donde apenas “el 5% de la población es rural” y los animales “tienen cédula, trazabilidad” mientras que los productores tienen poca representación política. Criticó el sesgo urbano en las decisiones nacionales: “En Uruguay, capaz que los caniches tienen más derechos que las ovejas”. Sin embargo, reivindicó que la escala reducida del país permite una trazabilidad ejemplar y una producción con el 90% de energías renovables, lo que posiciona a Uruguay como productor de “carne de carbono neutro”.
Defendió el modelo de producción sustentable del Cono Sur frente a las críticas de Europa: “Somos infinitamente más sustentables que los europeos”. Y denunció el doble discurso del viejo continente: “Ese girasolcito en la Toscana tiene ocho veces más agroquímicos que el girasol argentino”. Llamó a una acción conjunta regional para revertir los prejuicios internacionales: “Hace 10 años comer carne era malo. Hoy el mundo se da cuenta de que es bueno y que la vaca no tiene la culpa del calentamiento global. Estamos cansados de ver gente arriba de los aviones privados echándole las culpas a las vacas de que el mundo está cambiando y calentándose“, dijo.
El senador paraguayo Gustavo Leite remarcó que, aunque Paraguay no cuenta con una bancada agroparlamentaria, su modelo agroexportador funciona sin restricciones ni retenciones: “El 40% del PIB viene del agro”. Pidió acciones concretas para abrir mercados. “No nos abren mercados porque somos lindos, los mercados se negocian”, sentenció y agregó que el mundo es “puramente transaccional”.
Llamó a mirar hacia Asia en lugar de insistir con Europa, y a entender que los protagonistas del desarrollo agroindustrial “son los empresarios, no los políticos”. Con tono autocrítico, resumió: “Si seguimos desunidos, nos van a seguir comiendo. Ya lo decía Martín Fierro”.
El senador colombiano, Marcos Daniel Pineda García, planteó que el trabajo articulado en políticas y estrategias compartidas es vital para transformar desafíos en oportunidades reales para el agro latinoamericano.
Valoró la experiencia de Brasil y Argentina como referentes regionales en la articulación política del sector rural. Reconoció que Colombia “creó su bancada agropecuaria hace un par de meses” y que se encuentran “en pañales al lado de Brasil”, pero con voluntad de aprender.
El congresista peruano Eduardo Castillo Rivas destacó la importancia estratégica de la agricultura en su país, y recordó que “Perú es netamente agrario”. Desde la Comisión Agraria, presidida actualmente por el fujimorismo, impulsan sesiones en todo el país y leyes que fortalecen la asociatividad y la competitividad del pequeño agricultor. Agregó que el modelo de agroexportación nació en los años 90 bajo el gobierno de Alberto Fujimori, al que atribuye el “boom de la agroexportación”.