La alta representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Kaja Kallas, pidió este martes al ministro de Exteriores iraní, Seyed Abbas Araghchi, que Teherán retome “lo antes posible” los contactos con el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) para poner fin a su programa nuclear.
La jefa de la diplomacia europea conversó con el ministro iraní un día después de que los ministros de Exteriores del G7 reclamasen ayer a Irán que reanude la cooperación con la OIEA y acepte la petición del director general de la agencia, Rafael Grossi, de retomar las inspecciones a las instalaciones nucleares.
“Las negociaciones para la finalización del programa nuclear iraní deben reiniciarse lo antes posible. La cooperación con la OIEAA debe reanudarse”, escribió en las redes sociales Kallas, quien aseguró que la UE está preparada para facilitar el contacto de Teherán con la agencia de la ONU.
En la misma línea que el G7, la alta representante, subrayó que “cualquier amenaza de retirarse del tratado de no proliferación (nuclear) no ayuda a reducir las tensiones” en la región.
Araghchi advirtió en la conversión telefónica con Kaja Kallas de lo que calificó de “enfoque destructivo” de varios países europeos, según una publicación el martes en Telegram.
Araghchi también criticó la postura de algunos países europeos sobre el reciente intercambio de ataques aéreos entre Israel e Irán, diciendo que apoyan a Israel y a Estados Unidos. No especificó a qué países se refería.
El pasado 26 de junio, Grossi se mostró “enormemente” preocupado por las reticencias que percibe en Irán a una reanudación de sus inspecciones a las instalaciones nucleares después de los ataques de Israel y Estados Unidos.
Grossi reconoció, en una entrevista a la emisora francesa RFI, que hay “una cierta tensión” en las relaciones entre el OIEA e Irán, donde “hay voces políticas” que consideran que esta agencia de la ONU “no fue parcial” porque no condenó los ataques israelíes, lo que condujo al voto del Parlamento iraní en favor de suspender la cooperación.
El director general del OIEA contó que tras el cese de las hostilidades escribió a Araghchi para decirle que tenían que sentarse en torno a una mesa y se propuso para viajar a Irán inmediatamente para retomar las inspecciones, pero no ha recibido respuesta por el momento.
Por su parte, el régimen de Irán está cortando las comunicaciones con funcionarios clave de la agencia de control nuclear de Naciones Unidas, lo que aumenta la incertidumbre sobre el estado de su programa nuclear.
Tras poner fin oficialmente a las inspecciones de la OIEA la semana pasada, los reguladores nucleares iraníes han dejado de responder a las llamadas del organismo con sede en Viena, según dos funcionarios que pidieron no ser identificados al tratar información sensible. El Centro de Incidentes y Emergencias de la OIEA se activó tras el ataque de Israel del 13 de junio y mantenía un contacto continuo con sus homólogos iraníes, pero ese flujo de información se ha reducido, dijeron.
El cese de información subraya cómo Irán está usando el silencio para ocultar a la comunidad internacional la situación de su programa nuclear. Teherán había permitido antes un promedio de más de una inspección diaria de la OIEA y participó en cinco rondas de conversaciones con EEUU para frenar sus actividades atómicas, pero el ataque israelí cambió la ecuación.
El presidente Donald Trump ha afirmado en reiteradas ocasiones que las instalaciones nucleares iraníes han sido devastadas tras 12 días de ataques aéreos, lo que, de ser cierto, haría innecesario el diálogo. Sin embargo, la OIEA sostiene que, aunque las instalaciones de Natanz y Fordow sufrieron daños, el enriquecimiento de uranio podría reanudarse en “cuestión de meses”, según dijo Grossi a CBS News el fin de semana.
(Con información de EFE y Reuters)