Fotografía del Fuerte de Santiago, el 14 de diciembre de 2022 en Portobelo, Colón (Panamá). Panamá avanzó en el proceso

La Unesco declaró este sábado a la Ruta Colonial de Panamá como Patrimonio Mundial, según comunicó la organización, tras reconocer la relevancia histórica de este trayecto que facilitó durante siglos la transferencia de riquezas de América a Europa y anticipó la construcción del canal interoceánico.

Entre los siglos XVI y XIX, el imperio español utilizó el istmo panameño para transportar productos provenientes de Asia y América hacia Europa, utilizando una combinación de caminos y ríos que permitían movilizar mercancías desde la costa del Pacífico hasta el Atlántico. El trayecto incluía rutas terrestres usadas por mulas, así como el empleo de embarcaciones fluviales.

El oro y la plata provenientes de los actuales Perú y Bolivia llegaban hasta Panamá, mientras que las especias, porcelanas y telas arribaban desde Filipinas. Para proteger este valioso flujo de productos, el dominio español erigió fortificaciones a lo largo de la ruta, según explicó el historiador y catedrático panameño Celestino Araúz a la AFP. Araúz sostuvo que la ruta “era importantísima para el comercio internacional de la época”, ya que la corona española también podía abastecer a sus colonias con manufacturas europeas y obtener productos americanos para la industria en España y el resto de Europa.

Especialistas trabajan en el Castillo de San Lorenzo el Real de Chagres (Fuerte de San Lorenzo) el 14 de diciembre de 2022 en Portobelo, Colón (Panamá) (EFE/ Bienvenido Velasco)

Las estructuras que constituyen la Ruta Transístmica Colonial incluyen, en la costa del Pacífico, las ruinas de la primera capital y el Casco Antiguo de la actual Ciudad de Panamá. Por la región caribeña, se destacan las fortificaciones de la ciudad portuaria de Portobelo y el fuerte San Lorenzo, sitios clave para la vigilancia y protección del comercio.

El transporte entre ambas costas se realizaba principalmente por el Camino de Cruces y el Camino Real, rutas utilizadas para trasladar cargas en mulas. La Unesco subrayó que “en la ruta de Panamá a Portobelo fluyó el 60% de la producción de plata de Sudamérica en su camino a España”. Además, reconoció que este sistema de caminos y fortificaciones facilitó la movilización de mercancías y personas de mar a mar a través de la parte más angosta del continente americano, estableciendo una conexión entre 23 países en la actualidad.

La ruta también fue escenario de ataques y saqueos por parte de piratas británicos, como Francis Drake, quien falleció en Portobelo, y Henry Morgan, responsable del incendio de la primera capital panameña.

Fotografía de la fortificación de San Lorenzo este jueves en la Ciudad de Colón, Panamá (EFE/ Carlos Lemos)

En 1532, el rey español Carlos I ordenó analizar la posibilidad de unir ambos océanos mediante un canal en Panamá. Posteriormente, la inauguración del Canal de Panamá en 1914 consolidó la importancia estratégica del istmo para el comercio mundial, papel anticipado siglos antes por la ruta colonial. Araúz destaca que la red colonial “no solamente servía para las mercaderías europeas, también para el tráfico de esclavos negros y los productos que venían del Oriente”, recordando que desde Filipinas llegaban artículos originarios de China.

Actualmente, el Casco Antiguo atrae la atención de visitantes, como el turista británico Fran Panton, quien expresó a la AFP: “Es genial estar rodeado de una arquitectura tan hermosa en una ciudad llena de grandes rascacielos. Es como una joya”. Panton sugirió que los panameños podrían sacar provecho de su historia y mostrar al mundo la otra cara de Panamá.

La inscripción de la Ruta Colonial de Panamá en la lista de Patrimonio Mundial resalta el legado histórico y la relevancia internacional del istmo como eje comercial e intercultural.

(Con información de AFP)