La UBA rechazó las modificaciones en las residencias que impulsó el Ministerio de Salud

En un nuevo capítulo de tensiones entre el ámbito universitario y el Ejecutivo, la Universidad de Buenos Aires (UBA) resolvió rechazar formalmente la resolución del Ministerio de Salud de la Nación que introduce cambios en el régimen de residencias médicas y adhirió a la Marcha Federal de Salud, una movilización que une reclamos por la situación en el Hospital Garrahan, la defensa del sistema público de salud y el rechazo a las modificaciones laborales impulsadas por la cartera sanitaria nacional.

La medida que detonó el conflicto es la Resolución Ministerial 2109/2025, publicada semanas atrás en el Boletín Oficial. A través de este instrumento, el Ministerio de Salud que conduce Mario Lugones abrió la posibilidad que los profesionales ingresantes al sistema nacional de residencias puedan optar el sistema que quieren elegir.

En ese sentido, a partir de ahora, quienes obtengan uno de los 1.155 cupos financiados por Nación deberán optar entre dos alternativas: la “Beca Ministerio”, abonada directamente por la cartera sanitaria, o la “Beca Institución”, cuya remuneración está a cargo del hospital o instituto formador.

Ambas opciones conservan el financiamiento con fondos públicos, aunque difieren en su estructura. Según el convenio publicado, la Beca Ministerio contempla un ingreso neto mensual de aproximadamente $810.000, ya que se descuentan los aportes jubilatorios y la cobertura de la Obra Social de los Trabajadores del Estado Nacional, con seguro de mala praxis y ART a cargo de la institución.

En tanto, la Beca Institución garantiza el monto bruto de $998.000, sin retenciones, con prestaciones de salud, seguro y ART según las condiciones ofrecidas por cada hospital, más la posibilidad de otorgar incentivos adicionales.

La UBA sostiene que la resolución 2109 precariza el trabajo de los profesionales y transforma las residencias en becas de formación (Jaime Olivos)

La modificación también redefinió las condiciones laborales. El nuevo reglamento establece una carga de 45 horas semanales, incluyendo al menos una guardia de hasta 24 horas corridas por semana y un tope de ocho guardias al mes. Luego de cada guardia, el residente deberá cumplir una media jornada de tareas. Las licencias se limitan a tres semanas anuales, con permisos especiales por maternidad, paternidad, matrimonio y enfermedad.

La decisión de la UBA fue adoptada en la sesión del Consejo Superior realizada el 16 de julio. En la resolución oficial, se afirma que las modificaciones “atentan contra la relación formal laboral de los profesionales y la calidad formativa del programa de residencias”.

El texto subraya que el nuevo régimen “precariza las condiciones laborales de las y los graduados que integran el sistema de residencias, eliminando la relación formal del trabajo y transformando las residencias en becas de formación”.

En otro de los puntos expuestos, la universidad alertó sobre una tendencia descendente en el número de vacantes cubiertas dentro del sistema, fenómeno que —según interpretó— está directamente vinculado con el deterioro de las condiciones laborales. “La Resolución Ministerial Nº 2109/2025 las empeora”, puntualizó el Consejo.

Por estas razones, la UBA manifestó su adhesión activa a la Marcha Federal de la Salud, que partió este jueves desde el Congreso hacia Plaza de Mayo. La manifestación fue convocada por diversas organizaciones sindicales, agrupaciones políticas, centros de estudiantes y colectivos como Ni Una Menos, bajo consignas en defensa del Hospital Garrahan, el sistema de salud pública y “todos los sectores vulnerados por el Gobierno nacional”, según informaron sus organizadores.

La movilización también coincidió con el anuncio de cambios en las contrataciones de servicios del Hospital Garrahan, donde el Ministerio informó la apertura de licitaciones para seguridad, limpieza y alimentación.

A través de una publicación en la red X, la viceministra Cecilia Loccisano aseguró que las contrataciones vigentes estaban condicionadas por sindicatos y presentaban irregularidades. La funcionaria precisó que, con las nuevas licitaciones, el Estado proyecta un ahorro de $387 millones en limpieza, $622 millones en seguridad privada y $212 millones en alimentación para lo que resta del año.

En el ámbito universitario, la UBA aclaró que el Hospital de Clínicas, dependiente de la Facultad de Ciencias Médicas, no recibe financiamiento nacional ni de otras jurisdicciones para sus cupos de residencia, los cuales son sostenidos exclusivamente por el presupuesto universitario y adjudicados a través del Examen Único Nacional. En la oferta 2025, aparecen solo tres vacantes financiadas por la Ciudad de Buenos Aires en el área de bioquímica clínica.

Desde el Ministerio, en tanto, señalaron que el nuevo esquema de becas “es una opción adicional a la ya existente, ni más ni menos”, y que las universidades y otras jurisdicciones conservan la libertad de definir el modelo de remuneración que consideren más adecuado. No obstante, para la UBA, el enfoque adoptado por la Nación representa un retroceso en términos laborales y formativos. Por ello, resolvió dar amplia difusión a su postura y convocar a todas sus dependencias —incluyendo facultades, institutos hospitalarios, establecimientos secundarios y el Ciclo Básico Común— a acompañar la jornada de protesta.