Redefinir el concepto de éxito personal ayuda a reducir la autoexigencia y la frustración diaria (Montaje Infobae/Canva)

Muchas veces se habla de alcanzar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Sin embargo, Psychology Today advierte que esta búsqueda puede ser más perjudicial que beneficiosa, pues perseguir ese equilibrio perfecto no solo supone una meta inalcanzable, sino que favorece perfeccionismo, culpa y agotamiento.

En vez de insistir en repartir la atención de forma equitativa entre todas las áreas, el medio especializado propone una alternativa: la alineación de prioridades, una estrategia enfocada en dirigir la energía hacia lo realmente importante en cada etapa.

El atractivo del equilibrio surge de la imagen de una balanza nivelada, donde carrera, familia, amigos e intereses personales obtienen la misma dedicación. Esta visión, ampliamente difundida en la sociedad, sostiene que, con organización y esfuerzo, es posible “tenerlo todo”: éxito profesional, hijos felices, relaciones sólidas, buena salud y vida social activa. Según Psychology Today, esta expectativa resulta poco realista y, en muchos casos, resulta contraproducente. La presión por cumplir estos estándares puede generar una sensación constante de insuficiencia y fatiga.

El medio destaca que el problema no reside en la capacidad individual, sino en el propio mito del equilibrio: “El problema no sos vos. Es el mito del equilibrio entre el trabajo y la vida personal en sí”, afirmó Psychology Today.

La insistencia en mantener todas las áreas en perfecto balance fomenta el perfeccionismo, donde cualquier desviación se interpreta como fracaso. Esta trampa impulsa a sobresalir en todos los frentes, solo para terminar convencido de que nada se logra adecuadamente. La culpa y la autoexigencia se convierten en compañeras habituales, alimentadas por la creencia de que se puede y debe “hacerlo todo”.

Psychology Today invita a cuestionar las exigencias externas que inciden negativamente en la salud emocional (crédito: Universidad de San Buenaventura)

En este contexto, Psychology Today introduce la alineación de prioridades como alternativa más viable y saludable. A diferencia del equilibrio, no exige dedicar tiempo y energía de forma uniforme, sino dirigir recursos a aquello que resulta más significativo en el momento presente.

El medio no describe la vida como una balanza, sino como “una danza de prioridades en constante cambio”, donde algunas semanas la carrera profesional ocupa el primer plano, y en otras, la familia o los proyectos personales. Esta flexibilidad permite asumir que no todas las áreas tendrán la misma atención en todo momento, y que eso es válido.

Para facilitar la transición, Psychology Today recomienda formularse preguntas clave: ¿Qué resulta más importante en este momento? ¿Qué aspectos de la vida se alinean con los valores y cuáles no? ¿Qué compromisos se asumen por presión externa o culpa? Estas reflexiones ayudan a identificar las verdaderas prioridades y distinguir entre lo que se hace por convicción y lo que se realiza por obligación.

El medio plantea tres pasos prácticos para abandonar la trampa del equilibrio y avanzar hacia la alineación. El primero es definir los valores esenciales, identificando cuáles —como la conexión, creatividad, estabilidad o logros— son fundamentales para cada persona; el segundo consiste en auditar el calendario, revisando compromisos de las próximas semanas y evaluando si responden a las prioridades actuales o si pueden delegarse, posponerse o eliminarse; el tercer paso invita a pensar la vida en “temporadas” de enfoque, permitiendo que distintas preferencias sean centrales en diferentes momentos, sin exigir excelencia simultánea en todas las áreas.

Abandonar la idea del equilibrio puede ser un desafío, sobre todo para quienes tienen alta autoexigencia. Sin embargo, Psychology Today sostiene que este cambio de mentalidad ofrece mayor libertad.

Centrar la vida en prioridades auténticas y renunciar al perfeccionismo abre la posibilidad de experimentar más claridad y satisfacción. En vez de buscar la perfección, la propuesta es moverse con flexibilidad y sentido, adaptándose a las necesidades y deseos de cada etapa.