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El feriado de Estados Unidos no impidió que los inversores se cubran con dólares billete. La ausencia del mercado de referencia mundial no frenó la compulsión de compra impulsada por las operaciones de venta de dólares del Tesoro que se conocieron el viernes y alimentaron las dudas de los inversores. La derrota en las elecciones de Corrientes había sido descontada por el mercado la semana pasada y la confirmación preocupó porque muestra fallas en la estrategia del armado de las listas.

Pero si hay algo que paraliza seriamente la actividad y las inversiones no son las elevadas tasas de interés, sino la incertidumbre electoral. De hecho, el lunes de la semana que viene se licita la concesión a privados de obras de mantenimiento y explotación de 4.400 kilómetros de rutas nacionales. La ausencia de ofertas que se atisba no sorprende al Gobierno. Sabe que el lunes la presentación de interesados será mínima porque los bancos no otorgan el financiamiento que se necesita. Lo que se consigue del Banco Nación a tasa blanda es TAMAR más cuatro puntos que equivale a una tasa de 70% nominal anual que hay que comenzar a pagar antes de la finalización de la obra. Los números no cierran y todas las decisiones fueron postergadas para después de octubre.

La economía está en modo de espera y se cubre con dólares cuya suba de los últimos días superó largamente las ganancias del carry trade. Los que vendieron divisas para invertir en pesos y obtener ganancias de hasta 5% mensuales, están arrepentidos. La suba del dólar en los últimos tiempos superó esa renta.

De hecho, ayer quedó a un paso de sobrepasar el techo de flotación a partir del cual el Banco Central puede intervenir vendiendo divisas con fondos del FMI que alcanzan a USD 14 mil millones.

En la plaza financiera con menor volumen al habitual por el feriado del Labor Day en Estados Unidos, el MEP aumentó $19 (+1,4%) a $1.376,49, mientras el contado con liquidación (CCL) subió $36,24 (+2,7%) a $1.391,51 y a $70 de perforar el techo de $1.461. El “blue” cotizó $10 arriba a $1.355.

En el Mercado Libre de Cambios (MLC) se operaron apenas USD 338,6 pero no fue obstáculo para que el dólar mayorista suba $30 a $1.372 y quede cerca de los $1.466 que es la banda superior de la flotación cambiaria.

Demás está decir que todos los contratos de dólar futuro a partir de fin de octubre están por encima de la banda superior, pero el BCRA con sus intervenciones puede derribar los fines de meses clave. Al vencer agosto, recuperó parte de su poder de fuego de USD 9.000 millones que le autoriza el FMI para intervenir en los fines de mes del mercado de futuros.

La consultora F2 de Andrés Reschini señaló que “llama la atención el sintético de fin de octubre (post elecciones) que prácticamente rinde cero mientras el resto se ubica entre 6,5% y 16,5% anualizado”.

El dólar sintético se forma con la compra de LECAP y de futuros a la misma fecha. La diferencia de tasas a favor de la LECAP es la que asegura ganancias si no hay imprevistos, teoría que quedó opacada por la suba del dólar. En otras palabras, el que conservó los dólares y se negó a hacer sintético, ganó.

F2 indica que “los futuros iniciaron septiembre con un volumen de 1.210.604 contratos, el menor desde el 19 de agosto. Pudo haber influido el feriado en Wall Street por lo que habrá que ver si el volumen se mantiene a la baja en la próxima sesión. Por lo pronto, las tasas implícitas se corrieron a la baja con los ajustes en alza. El interés abierto creció en 96 millones, gracias a fin de setiembre, mientras que el tramo medio largo esta vez aportó muy poco”.

Los bonos soberanos tuvieron bajas de hasta 3% en los plazos medianos lo que indica que el riesgo país está cerca de perforar el techo de 900 puntos básicos. Bonos como el BONAR 2020, tras la caída, tienen una tasa de retorno de casi 16% en dólares.

Las acciones sucumbieron y nadie dudaba que iba a ocurrir. El S&P Merval, el índice de las líderes, perdió 2,27% en pesos y 4,8% en dólares. Las caídas más fuertes fueron para BYMA (-3,9%), IRSA (-3,8%) y Telecom (-3,7%).

Para hoy, aún con los mercados de Estados Unidos funcionando a pleno, no hay optimismo. Octubre es un horizonte lejano a partir del cual se sabrá si el plan económico recuperará la confianza de los inversores. Las urnas son la incógnita de esta ecuación.