En marzo empezó a darse un escenario de volatilidad cambiaria luego de meses de relativa estabilidad. Esto respondería a la incertidumbre derivada de la falta de precisiones sobre el acuerdo con el FMI y un panorama internacional convulsionado debido principalmente a la suba de aranceles de EE.UU. En paralelo, las consultoras privadas detectaron una leve aceleración de la inflación a nivel local.
A principios del mes pasado, los dólares MEP, CCL y blue rondaban los $1.200, mientras que en la última semana superaron los $1.300 por unidad. Este tipo de movimientos solía trasladarse a precios muy rápido en 2023. Sin embargo, las condiciones macroeconómicas cambiaron y el impacto no fue inicialmente relevante.
La economista de EcoGo Rocío Bisang dijo que hay varios factores que juegan en lo que se conoce también como pass through. “Por un lado, las expectativas son clave. No es lo mismo si se interpreta que es una suba transitoria o una permanente y eso moldea una parte relevante de las estrategias de fijación de precios -si espero que el dólar siga aumentando, voy a tratar de cubrirme e incrementar mis precios antes, piensan en el mercado-”, explicó.
Por otro lado, “la trasmisión no es lineal, hay un efecto directo pero también efectos de segunda vuelta que son más difíciles de estimar. Aparte no todos los precios reaccionan necesariamente al mismo tiempo”, afirmó.
Otro punto, sostuvo la especialista, es que el impacto no es el mismo entre sectores. “No todos tienen la misma exposición al mercado cambiario libre, ni la misma capacidad de respuesta, en particular en un contexto donde los salarios todavía están recuperándose. En general, los más expuestos son los que tienen una mayor proporción de bienes o bienes con insumos importados”.
El traslado a precios de la volatilidad cambiaria está atenuado por la baja del consumo (Bisang)
De todos modos, “el traslado a precios de la volatilidad cambiaria está atenuado por la baja del consumo. Creo que un ejemplo de esto son los productos de equipamiento y mantenimiento del hogar, que vienen muy golpeados en términos de venta y exhibieron subas muy magras en el Índice de Precios al Consumidor (IPC)”, apuntó Bisang.
Por su parte, Pablo Moldovan, economista de CP Consultora, contó: “Lo que nos muestra el rubro alimentos es que en marzo los incrementos siguieron siendo altos a pesar de que el efecto de la carne y la baja de retenciones debería haberse moderado. Algo de eso puede deberse a cobertura por incertidumbre cambiaria. La estimación a fin de mes pasó a 2,9% desde el 2,7% que teníamos al principio”.
En tanto Claudio Caprarulo, economista de Analytica, dijo: “Todavía la brecha cambiaria, si bien subió, se mantiene baja respecto a período donde se veía un traslado a precios directo del aumento del dólar. Al mismo tiempo, si bien crece la actividad el consumo masivo continúa estancado y genera menos posibilidades de cobertura. Igualmente, la dinámica de precios puede variar si la incertidumbre salta”.
Con todo, la inflación de marzo se habría acelerado en relación a febrero (2,4%), impulsada por educación y transporte y alimentos y bebidas, según privados. La posibilidad que perfore el 2% en el corto plazo estará determinada, consideran los especialistas, por el esquema cambiario que se termine estableciendo o mismo la continuidad del actual, que consiste en un crawling peg o ritmo de devaluación mensual del 1% y cepo.
Todavía la brecha cambiaria, si bien subió, se mantiene baja respecto a período donde se veía un traslado a precios directo del aumento del dólar (Caprarulo)
“La incertidumbre derivada de la falta de precisiones respecto al acuerdo con el FMI y el futuro del esquema cambiario, se tradujeron en una fuerte presión sobre los dólares paralelos que experimentaron una marcada suba a pesar de los intentos de intervención –tanto a nivel discursivo como con reservas- por parte del Gobierno”, precisó EcoGo en un informe.
Las últimas estimaciones de inflación
El relevamiento de precios minoristas de C&T para la región GBA presentó un alza de 2,7% mensual en marzo, a la vez que la estimación de Analytica alcanzó el 2,5 por ciento.
Desde EcoGo detallaron que el mes pasado la inflación mostró una suba del 2,7%. Para la consultora Equilibra el avance fue del 2,6%. En este último caso aclararon que “no se observó un impacto significativo en precios por la incertidumbre cambiaria”.
Lo que nos muestra el rubro alimentos es que en marzo los incrementos siguieron siendo altos a pesar de que el efecto de la carne y la baja de retenciones debería haberse moderado. Algo de eso puede deberse a cobertura por incertidumbre cambiaria (Moldovan)
La consultora OJF calculó una suba del nivel general de precios del 2,9%. El IPC de Libertad y Progreso tuvo un aumento del 2,4%, repitiendo la variación del Indec de febrero.