Cuando se habla de las comedias más queridas de todos los tiempos, es habitual pensar en series cálidas, donde los personajes generan empatía desde el primer minuto. Sin embargo, existen propuestas arriesgadas y brillantes que se atreven a sumergirse en lo incómodo y exponer el lado menos amable de la industria del entretenimiento. The Comeback, la serie creada por Lisa Kudrow y Michael Patrick King, es un perfecto ejemplo de esta audaz tendencia.
A pesar de permanecer durante años como una joya de culto, la ficción, que fue emitida en HBO Max, hoy es reconocida como una de las mejores sátiras sobre Hollywood y la televisión.
El desafío de Lisa Kudrow tras “Friends”
Para muchos, Lisa Kudrow es sinónimo de Friends y su inolvidable Phoebe Buffay. Pero la actriz, apenas terminó la exitosa sitcom, decidió arriesgar todo con un giro radical: protagonizar y co-crear una comedia que, lejos del tono luminoso de Central Perk, expone con crudeza las miserias de la industria televisiva.
Según detalla Espinof, “debería ser tan conocida por ‘Friends’ como por lo que hizo en la ácida ‘The Comeback’”.
En la serie, Kudrow da vida a Valerie Cherish, una actriz que fue famosa muchos años gracias a su rol en una comedia de éxito, pero que después se vio obligada a desaparecer de las cámaras por falta de ofertas.
Al detectar una posible oportunidad para retomar su carrera, acepta protagonizar una comedia juvenil y abre las puertas a un equipo de telerrealidad que documenta, sin filtro, el proceso de su regreso. Todo sucede a la vista del público y bajo la dinámica de una sátira feroz.
The Comeback no solo permitió que Kudrow dejara atrás la sombra de su pasado en sitcoms, sino que también propuso una mirada demoledora sobre el funcionamiento interno de la televisión, el ego de las estrellas y el fenómeno de los realities.
Michael Patrick King, célebre por su trabajo en Sexo en Nueva York, también sufrió un notable cambio de dirección artística, pasando de un éxito mainstream a una serie que “es casi un salto al vacío”.

Una sátira adelantada a su tiempo
Estrenada originalmente en 2005, The Comeback anticipó el auge de los programas de telerrealidad y se convirtió en una punzante crítica al narcisismo en la industria.
La serie se distingue por su estructura en formato falso documental, recordando al estilo irreverente de la británica The Office. Sin embargo, su tono es más ácido y cínico, evitando la mirada amable que definiría más tarde a la versión estadounidense del show de Ricky Gervais y Stephen Merchant.
En palabras de la reseña de Espinof, “‘The Comeback’ es la serie que logró trasladar mejor el toque cínico y agridulce de la ‘The Office’ original”, diferenciándose de la adaptación norteamericana, mucho más incluyente y optimista. En el universo de Kudrow y King, las caídas son más reales, la humillación llega a ser dolorosa y el reflejo del negocio televisivo es tan brillante como cruel.
La narrativa de The Comeback juega constantemente en el borde de la incomodidad, permitiendo la doble lectura entre el humor y la tragedia personal. Kudrow se destaca interpretando a una mujer desesperada por ser relevante en una industria despiadada, rodeada de cámaras que prometen transparencia, pero solamente aceleran los procesos de exposición y desgaste.
Así, la serie logra que el espectador ría y también se conmueva ante el retrato fresco, hilarante y crudo de la televisión contemporánea.

Un regreso con expectativa
Después de una primera temporada emitida en 2005, la serie fue cancelada. Sin embargo, su culto creció con el tiempo, hasta propiciar una segunda temporada en 2014, también en HBO. Más de diez años después de su estreno, The Comeback se perfila para una inminente tercera entrega.
El interés renovado puede explicarse porque, según explica Espinof, “puede ser un regreso bastante grande, teniendo en cuenta cómo ha cambiado la televisión y la telerrealidad en la década que ha pasado desde que su segunda temporada metiese el cuchillo en las ‘series de prestigio’ como las de HBO”.
La ficción logró anticipar, y a la vez parodiar, las obsesiones actuales de la industria: la cultura de la imagen, la sobreexposición en redes, la batalla de egos y la inestabilidad emocional de quienes viven de la fama.
De este modo, The Comeback sigue resultando una propuesta relevante y vigente. Su mayor logro radica en reírse sin piedad del propio sistema, exponiendo las luces y las sombras que existen detrás de cada regreso, cada éxito y cada caída mediática.