
Luego de permanecer internado por varios días en el Hospital de San Martín de Los Andes, este viernes, Christian Petersen fue trasladado en avión sanitario hasta Buenos Aires para continuar con su recuperación. Actualmente, su estado de salud permanece bajo estricta reserva mientras continúa recibiendo atención en un centro médico de mayor complejidad en la capital.
El traslado se llevó a cabo bajo medidas médicas estrictas y con monitoreo permanente durante el vuelo. Al arribar a Buenos Aires, el cocinero fue derivado al Hospital Alemán. Días antes, Petersen había permanecido varios días en terapia intensiva en el Hospital Ramón Carrillo, donde los médicos, al evaluar la gravedad de su cuadro, resolvieron su derivación para profundizar estudios y garantizar un seguimiento especializado. Hasta ahora no se registró un nuevo parte médico, y sus allegados mantienen una política de estricta confidencialidad sobre su evolución.
El episodio crítico se produjo el viernes 12 de diciembre, cuando el chef participaba de una expedición junto a un grupo, guiada en la zona del volcán Lanín. Fue el guía quien detectó el agotamiento físico del chef y solicitó la intervención de un guardaparques, quien coordinó el rescate y el descenso de Petersen de la montaña. El chef fue sedado y trasladado de urgencia en ambulancia al hospital de Junín de los Andes, donde los médicos diagnosticaron de inmediato una fibrilación auricular, una arritmia cardíaca peligrosa. Tras su estabilización, fue derivado al Hospital Ramón Carrillo, e ingresó a terapia intensiva por un cuadro de falla multiorgánica.
La fibrilación auricular, identificada entre las arritmias de mayor riesgo, puede desestabilizar los sistemas principales del organismo. La posterior falla multiorgánica implica un deterioro simultáneo de al menos dos órganos vitales y representa una emergencia médica que exige reacción inmediata en cuidados intensivos. Tal fue la situación de Petersen, que requirió intervención continua y atención altamente especializada.
El parte médico oficial fue emitido el 18 de diciembre mediante un comunicado conjunto de las autoridades sanitarias de la provincia de Neuquén y el Hospital Ramón Carrillo. Allí se describió el ingreso del chef en estado reservado y se solicitó el máximo respeto a su privacidad y la de su entorno. Desde entonces, tanto la familia como los equipos médicos acordaron resguardar la información pública y centrarse en el acompañamiento familiar.
Previo a la Navidad, la familia del chef compartió un mensaje en redes sociales en el que agradeció la mejoría de Petersen y el accionar profesional del personal sanitario: “Nuestro profundo agradecimiento a los hospitales de Junín y San Martín de los Andes que han conducido con cordialidad y tremendo profesionalismo un cuadro que en principio parecía más sencillo”. Ese mismo período, su hermano Roberto Petersen valoró también la labor del equipo médico y el respaldo colectivo, destacando la fuerza de Chris y el apoyo recibido.
La presencia de la esposa de Petersen, Sofía Zelaschi, resultó un apoyo fundamental a lo largo del proceso, acompañando al chef tras una relación de más de siete años y un reciente matrimonio celebrado en abril. Ambos mantenían activa una serie de proyectos personales y profesionales antes del incidente, entre los que se incluyen la gestión de un restaurante en Buenos Aires, nuevos contenidos televisivos y planes de viajes conjuntos.
Las muestras de respaldo a Petersen se replicaron también en el entorno profesional y en redes sociales. Diversos colegas y figuras de la gastronomía, junto a medios especializados, enviaron mensajes de aliento. Desde el canal elGourmet expresaron públicamente su acompañamiento y confianza en la recuperación del chef.
Antes de la emergencia, Petersen transitaba un período de replanteo personal y profesional, enfocado en encontrar el equilibrio entre la vida laboral y familiar, delegar tareas en sus emprendimientos y planificar una etapa de descanso. El resguardo de la privacidad, prioritario para el chef y su entorno, se profundizó tras el episodio, reforzando la importancia del acompañamiento íntimo frente a la exposición pública.
La familia y sus allegados destacan el valor de las numerosas muestras de afecto y el constante respeto recibidos, convencidos de que la energía positiva y el respaldo emocional son esenciales para la recuperación del chef y el bienestar de su entorno en este momento delicado.