La muerte del papa Francisco reunió a más de 50 líderes mundiales que este sábado asisten al funeral en la ciudad del Vaticano. El féretro recorrió seis kilómetros desde la Basílica de San Pedro hasta la Basílica de Santa María la Mayor, donde quedará su tumba. Pero entre todas las presencias hubo una ausencia que se notó: la de la reina Máxima de Holanda y su esposo Guillermo.

Máxima Zorreguieta, argentina al igual que Francisco, mantenía una buena relación con el representante de la Iglesia Católica. Sin embargo, uno de los eventos más importantes del año en Países Bajos la obligó a quedarse para cumplir con sus funciones: el cumpleaños del Rey Guillermo Alejandro, conocido como el Día del Rey (Koningsdag). Se celebra cada 27 de abril, pero si cae un domingo, los festejos se realizan el día anterior.

En ese contexto, Máxima, Guillermo y dos de sus dos hijas Amalia y Alexia fueron los protagonistas de la celebración que les prohibió viajar a Roma.

En tanto, se mostraron por las calles de su país, todos con vestimenta azul, color símbolo de la realeza. La hija mayor del matrimonio, por su parte -que tiene 18 años y estudia en el Colegio del Mundo Unido del Adriático (United World College of the Adriatic) ubicado en la ciudad italiana de Duino- no pudo estar.

Para los festejos de este año, la reina Máxima eligió un look sobrio y elegante en azul marino (Foto: Instagram @koninklijkhuis)

En la celebración, los cuatro posaron en la ciudad de Doetinchem, provincia de Güeldres, y posteriormente se dirigieron al centro para recorrer “las múltiples caras de la ciudad y la región”. Tras ello se movilizaron a Achterhoek, donde saludaron a las personas que se sumaron a los festejos, realizaron juegos y el rey hasta se animó a jugar al fútbol y patear al arco.

Los monarcas europeos visitaron a Francisco en 2017, años después de su asunción. En el encuentro hablaron algunas palabras en español y luego protagonizaron una reunión a puertas cerradas. Según se supo después, el Papa preguntó por las hijas de la pareja real y Máxima le comentó las novedades escolares de las princesas.

También se tocaron puntos de interés común, conflictos entre naciones y temas del cuidado del clima y el ambiente. La pareja real le llevó tulipanes para plantar en el Vaticano.

Esa fue la primera vez que un monarca de Países Bajos en ejercicio hizo una visita de Estado a un papa. Y es que la reina de Países Bajos tuvo que convertirse al protestantismo al asumir su cargo por las creencias religiosas de Países Bajos. Asimismo, por ello, tuvo que llevar un traje negro a la visita, ya que el privilegio de vestirse de blanco está reservado a las monarquías católicas.

El Papa recibió a la reina Máxima en la primera visita de Estado de los monarcas de Holanda en 2017

Tras conocerse la muerte de Francisco, la casa real de Países Bajos se expresó en redes sociales y recordó la visita de la reina Máxima y el rey Guillermo al Sumo Pontífice: “Estamos profundamente afectados por la muerte de Su Santidad el Papa. Recordamos calurosamente las reuniones personales con él, entre otros, durante nuestra visita de estado a la Santa Sede en 2017″.

El posteo de la casa real de Países Bajos

En el texto, destacaron “la misericordia que irradió el papa Francisco”. “A través de una sólida creencia en el amor de Dios, abogó por la compasión y la humanidad. Con una vida sobria y sencilla, siempre eligió ponerse del lado de los vulnerables y los necesitados”, señalaron también. En tanto, la pareja real celebró la “búsqueda activa [del Papa] por la conexión con otras comunidades religiosas de todo el mundo” y destacó el trabajo de “escucha y de amor” con el que el Sumo Pontífice supo “ganarse los corazones de muchas personas, tanto dentro de la Iglesia católica como fuera”.

El texto concluyó: “Apreciamos su memoria en gratitud”.