La refinería más grande de Ecuador fue declarada nuevamente en emergencia luego de un incendio en sus instalaciones (REUTERS/Daniel Tapia)

La refinería de Esmeraldas, la más grande de Ecuador, fue declarada nuevamente en emergencia este jueves luego de que un incendio registrado el 26 de mayo dejara fuera de funcionamiento varias de sus instalaciones clave. La medida busca agilizar las reparaciones y garantizar la continuidad del suministro de combustibles a escala nacional.

Con una capacidad de procesamiento de hasta 110.000 barriles diarios, la planta ubicada en la provincia de Esmeraldas representa el núcleo del sistema de refinación ecuatoriano. El siniestro, cuyas causas aún no han sido esclarecidas, afectó gravemente las operaciones cuando la refinería se encontraba en pleno proceso de reactivación tras una paralización anterior provocada por un sismo.

Según informó Petroecuador, empresa estatal encargada de su operación, el incendio de gran magnitud se produjo en un depósito de combustible, y dejó inoperativos dos tanques de almacenamiento y una subestación eléctrica.

Fotografía cedida el pasado 26 de mayo por el Cuerpo de Bomberos de Esmeraldas durante la mitigación de un incendio en La Refinería de Esmeraldas, la más grande de Ecuador. EFE/Cuerpo de Bomberos de Esmeraldas

“Esto obligó a la parada de emergencia de unidades clave y de sistemas de vapor y energía”, detalló la compañía en un comunicado oficial.

La misma refinería ya había sido declarada en emergencia el 28 de abril, tras sufrir daños estructurales causados por un terremoto de magnitud 6,1 que afectó a la costa norte del país.

Desde el 10 de mayo, las autoridades trabajaban en su reactivación progresiva, con expectativas de alcanzar plena operatividad a finales de mayo, objetivo que ahora queda suspendido indefinidamente.

Ante la incertidumbre operativa, Petroecuador aseguró que la distribución de gas licuado de petróleo (GLP) y otros combustibles continúa “conforme a la disponibilidad de producto en los centros operativos” de la red nacional.

“Se realizan las programaciones necesarias para atender la demanda interna”, informó la empresa sin ofrecer detalles sobre eventuales restricciones o desabastecimientos.

Ante la incertidumbre operativa, Petroecuador aseguró que la distribución de gas licuado de petróleo (GLP) y otros combustibles continúa “conforme a la disponibilidad de producto en los centros operativos” de la red nacional (EFE/Cuerpo de Bomberos de Esmeraldas)

La refinería de Esmeraldas, construida en la década de 1970 y modernizada en los últimos años, es alimentada por crudo proveniente de la región amazónica ecuatoriana, transportado por los principales oleoductos del país. Su producción está dirigida tanto al consumo interno como a la exportación, especialmente de derivados como gasolina, diésel y gas doméstico.

La nueva paralización ocurre en un momento delicado para la infraestructura energética ecuatoriana, que enfrenta presiones por la alta demanda, limitaciones presupuestarias y una prolongada dependencia del sistema de Esmeraldas, responsable de la mayor parte del procesamiento nacional.

Las autoridades no han precisado cuánto tiempo tomará la reparación de los sistemas dañados ni qué medidas se aplicarán para compensar la pérdida de capacidad operativa. Tampoco se ha informado si se contemplan importaciones adicionales de derivados o ajustes en los precios de combustibles.

La nueva paralización ocurre en un momento delicado para la infraestructura energética ecuatoriana, que enfrenta presiones por la alta demanda, limitaciones presupuestarias y una prolongada dependencia del sistema de Esmeraldas, responsable de la mayor parte del procesamiento nacional (AP/Jorge Demera)

Petroecuador indicó que mantiene un monitoreo permanente de la situación y que próximamente dará detalles sobre el estado de las investigaciones relacionadas con las causas del incendio y el calendario tentativo de reanudación de actividades.

Con esta nueva declaratoria de emergencia, el complejo de Esmeraldas acumula dos interrupciones graves en apenas un mes, reflejando las vulnerabilidades estructurales de la infraestructura energética ecuatoriana y planteando nuevos desafíos logísticos en el abastecimiento de combustibles.

(Con información de EFE)