La OTAN está pidiendo a los Estados miembros europeos que quintupliquen sus capacidades de defensa aérea terrestre, mientras la alianza se apresura a cubrir una brecha clave en la respuesta a la amenaza de la agresión rusa, según personas familiarizadas con el asunto.
El aumento se discutirá el jueves en una reunión de ministros de Defensa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en Bruselas, dijeron personas bajo condición de anonimato, ya que las deliberaciones se llevan a cabo a puerta cerrada.
El objetivo de quintuplicar la capacidad sería colectivo para los Estados miembros europeos de la alianza, aunque los niveles individuales variarían finalmente, según las fuentes. No está clara la fecha de esta iniciativa de defensa aérea.
Los ministros ya tienen previsto aprobar esta semana uno de los compromisos más ambiciosos para aumentar las reservas de armas desde la Guerra Fría, como parte de los esfuerzos europeos y canadienses para rearmarse y reducir su dependencia de los sistemas de defensa estadounidenses. La reunión de Bruselas sentará las bases para la cumbre de líderes que se celebrará en La Haya los días 24 y 25 de junio.
El aumento del armamento forma parte de una ambición más amplia de incrementar el gasto en defensa en toda la alianza. Impulsados por el presidente estadounidense, Donald Trump, los miembros de la OTAN se están uniendo en torno al objetivo de destinar el 5% de su producto interno bruto: el 3,5% a defensa básica y otro 1,5% a gastos relacionados con la defensa en áreas como infraestructuras, ciberdefensa y preparación civil.
“No estamos en guerra, pero tampoco estamos en paz”, declaró el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, en una reunión celebrada el lunes en Vilna. “Debemos seguir reforzando nuestra disuasión y nuestra defensa, lo que significa orientarnos hacia una preparación total para la guerra”.
El mensaje fue respaldado por la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, que expresó su apoyo al umbral del 5 % y subrayó que Dinamarca ya ha incrementado su inversión hasta el 3,2 % del PIB con medidas de carácter urgente. “Cuando llegué al cargo, Dinamarca destinaba el 1,3 % a defensa. Ahora es más del 3 %, pero sigue sin ser suficiente”, afirmó. Copenhague ha anunciado un plan de gasto militar por 16.100 millones de euros hasta 2033.
El presidente saliente de Polonia, Andrzej Duda, definió la reunión en Vilna como un encuentro clave de cara a la próxima cumbre de la OTAN, prevista para junio en La Haya. “Tenemos la costumbre de abordar estos temas antes de una cumbre. Espero decisiones importantes para fortalecer nuestro potencial”, dijo.
Desde el Reino Unido, el primer ministro Keir Starmer apeló a un cambio de paradigma en materia de defensa. En un discurso pronunciado en Glasgow, advirtió que la amenaza rusa es “real e inmediata” y pidió al país que se prepare para una eventual guerra. “Estamos entrando en una nueva era en materia de defensa y seguridad. La preparación para la guerra debe convertirse en el objetivo central de nuestras fuerzas armadas”, declaró.
Los miembros de la OTAN necesitan urgentemente reforzar los sistemas de defensa aérea terrestre que protegen contra amenazas como los drones, misiles y aviones de combate cada vez más sofisticados, según un alto funcionario militar europeo.
La alianza ha reducido estos sistemas en las últimas tres décadas, ya que la atención de la OTAN se ha desplazado fuera de su esfera de la Guerra Fría para centrarse en las amenazas en Medio Oriente y el norte de África, según el funcionario.
Esa estrategia ha cambiado desde la invasión de Ucrania por parte de Rusia en 2022 y el creciente temor de los Estados miembros del flanco oriental de la OTAN de que el Kremlin esté a solo unos años de poder atacar.
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