El estudio internacional destaca que la eficiencia y la equidad en los sistemas de salud superan al gasto económico en la mejora del bienestar colectivo - (Imagen Ilustrativa Infobae)

La salud pública depende de más de un factor. Un reciente estudio internacional reveló que la clave del bienestar colectivo está en la organización eficiente de los sistemas de salud, la prevención y el acceso equitativo a los servicios sanitarios.

Países como Islandia, Japón o Noruega logran mejores resultados en salud que grandes potencias económicas, demostrando que invertir más no siempre significa vivir mejor. Esta investigación, liderada por la Universidad de Surrey y publicada en Annals of Operations Research, desafía ideas preconcebidas y abre la puerta a una reflexión sobre lo que realmente mejora la salud de una nación.

El informe posiciona a Islandia, Japón, Noruega, Australia, Suecia e Israel como líderes en el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 3 (ODS 3) de la ONU, mientras que grandes potencias económicas como Estados Unidos y Canadá quedan rezagadas, desafiando la idea de que el gasto o el ingreso definen el bienestar en salud.

Islandia, Japón, Noruega, Australia, Suecia e Israel lideran el ranking mundial en salud pública por su enfoque en prevención y acceso universal - (Imagen Ilustrativa Infobae)

De acuerdo con la Universidad de Surrey, la eficiencia y la equidad son factores decisivos en los sistemas sanitarios. El trabajo, dirigido por Raha Imanirad, Hashem Omrani y Ali Emrouznejad, analizó la transformación de recursos en indicadores como esperanza de vida, prevención y acceso a servicios.

Los datos revelan que los sistemas públicos integrados y la prioridad en la prevención logran mejores resultados por cada unidad monetaria invertida, frente a países que dependen más de la atención privada.

Avances metodológicos para medir la eficiencia sanitaria

El modelo desarrollado y presentado en Annals of Operations Research utiliza una versión avanzada de la función de distancia direccional (Directional Distance Function, DDF), combinada con el método beneficio de la duda (Benefit-of-the-Doubt, BoD), para crear un indicador compuesto que contempla tanto variables positivas (cobertura de servicios) como negativas (tasas de mortalidad).

La investigación publicada en Annals of Operations Research revela que la organización y la estrategia sanitaria son claves para cumplir el ODS 3 de la ONU - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Para superar las limitaciones habituales, el equipo desarrolló el Joint Variable Selection DDF, que ajusta el peso de cada indicador mediante penalización y valida la robustez del modelo a través de análisis de componentes principales, eficiencia cruzada y programación difusa. Esto permitió obtener una clasificación final más precisa y justa de los países según su desempeño en salud pública.

Características de los sistemas de salud más eficaces

Los países líderes en el ranking comparten sistemas públicos bien integrados, sólidas políticas de prevención, acceso universal y compromiso con la equidad social. El estudio también midió el impacto de los riesgos climáticos, concluyendo que las políticas ambientales avanzadas inciden en mejores resultados globales de salud.

“El dinero no lo es todo cuando se trata de la salud nacional. Lo que importa es la eficacia con la que los países utilizan sus recursos. Las naciones que priorizan la prevención, el acceso universal y la equidad social suelen superar a economías más ricas que se centran más en el gasto que en la estrategia”, afirmó Ali Emrouznejad en declaraciones recogidas por la Universidad de Surrey.

El modelo Joint Variable Selection DDF permite una evaluación más precisa de la eficiencia de los sistemas de salud a nivel global - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Entre los países mejor posicionados se encuentran Australia, Noruega, Suecia, Islandia e Israel. En cambio, Estados Unidos y Canadá, pese a su alto nivel de ingresos, no convierten su gasto en salud en resultados superiores, fenómeno vinculado a la fragmentación y menor equidad en el acceso a servicios.

Implicaciones para la política sanitaria internacional

La Universidad de Surrey enfatiza que las autoridades deben priorizar la prevención, la sostenibilidad y la equidad en el acceso, en vez de centrarse exclusivamente en incrementar los presupuestos.

La integración de la resiliencia climática y la eficiencia en el uso de recursos, según la recomendación de Emrouznejad, permitiría a los gobiernos avanzar hacia sistemas sanitarios sostenibles y de alto rendimiento.

El modelo presentado ofrece a los gobiernos una herramienta útil para identificar buenas prácticas y áreas de mejora, facilitando así una ruta clara para construir sistemas de salud más eficientes y equitativos. El valor real reside en la estrategia y la organización del sistema, no solo en el volumen de recursos invertidos.