La Organización de Estados Americanos (OEA) expresó su rechazo a cualquier acción que pretenda obstaculizar el proceso electoral de Bolivia, según un mensaje difundido este sábado en sus redes sociales. El jefe de la misión de observación, Juan Fernando Cristo, instó a los ciudadanos a ejercer su derecho al voto para fortalecer la democracia y remarcó la importancia de evitar incidentes que puedan afectar la transparencia y tranquilidad de la jornada.

“El sufragio es el instrumento más poderoso que tenemos para construir una democracia más fuerte”, señaló Cristo e hizo un llamado “a actuar con responsabilidad por el presente y el futuro de Bolivia”. La misión de la OEA subrayó en un comunicado que es fundamental que los ciudadanos participen sin inconvenientes en los comicios e instó a todas las partes a mantener un compromiso responsable ante la situación nacional.

La OEA desplegó observadores en las nueve regiones del país, así como en las ciudades de Argentina, Brasil, Chile y España donde residen comunidades bolivianas. Se trata de la vigésima tercera misión electoral del organismo en Bolivia, posible gracias a contribuciones financieras de Canadá, Chile, Colombia, España, Estados Unidos, Francia, Italia, Países Bajos y Perú.

Durante la semana previa a los comicios, la delegación de observadores sostuvo encuentros con el presidente Luis Arce, representantes del órgano electoral, el Tribunal Constitucional, candidatos, partidos, movimientos políticos y referentes de la sociedad civil, además de miembros de la comunidad internacional. Las reuniones buscaron complementar la observación directa para lograr una visión integral del proceso.

El gobierno boliviano confirmó el viernes la presencia de catorce misiones de observación extranjeras y cinco nacionales. Las comisiones de observadores más numerosas corresponden a la OEA y la Unión Europea (UE).

El rol observador de la OEA es objeto de fuertes críticas por parte del ex presidente Evo Morales, quien denunció que la organización internacional viene “a bendecir un proceso electoral diseñado a la medida de los intereses imperiales”. Morales también responsabilizó al organismo por supuesta complicidad en la crisis política y social de 2019, cuando el país atravesó protestas y su posterior renuncia a la presidencia tras denuncias de fraude electoral.

Morales sostiene que en 2019 se perpetró un golpe de Estado tras los comicios anulados de ese año, mientras que sus opositores argumentan que la renuncia ocurrió por las denuncias de fraude ratificadas por un informe preliminar de la OEA que identificó “operaciones dolosas” en las elecciones.

La OEA pidió que se actúe con responsabilidad para garantizar un proceso electoral transparente en Bolivia (REUTERS/Agustin Marcarian)

El escenario político boliviano, marcado por divisiones internas en el MAS y la imposibilidad de Morales de postularse –por restricción constitucional y carencia de partido propio– dio paso a un clima de protesta, principalmente por parte de sectores afines al ex mandatario. Intentaron sin éxito forzar la inscripción de su candidatura y, al verse impedidos, Morales y sus seguidores ahora promueven el voto nulo.

En la contienda de este domingo, cerca de 8 millones de bolivianos están convocados a elegir presidente, vicepresidente y el total de 156 legisladores nacionales (26 senadores y 130 diputados) que marcarán el rumbo del país para el próximo quinquenio.

Ocho candidatos, todos hombres, buscan suceder al actual mandatario Luis Arce, quien declinó su candidatura a comienzos de año con la intención de evitar la fragmentación de la izquierda. “No seré un factor de división”, explicó Arce en mayo tras un prolongado enfrentamiento político con Morales.

Las encuestas indican que Samuel Doria Medina, empresario y figura recurrente en la política boliviana, lidera la intención de voto rondando el 20%. Le sigue el ex mandatario Jorge “Tuto” Quiroga, con cifras similares. Este panorama anticipa una segunda vuelta el 19 de octubre, conforme a la Constitución de 2009, que dispone la realización de una segunda ronda si ningún candidato supera el 50% de los votos, o el 40% con una diferencia de 10 puntos.

El principal aspirante de la izquierda es Andrónico Rodríguez, actual presidente del Senado y ex postulado como posible candidato de unidad del MAS. Participa por la lista independiente Alianza Popular y recoge poco menos del 10% de la intención de voto. Rodríguez denuncia un creciente voto nulo promovido por el entorno de Morales, que podría alcanzar hasta el 14% y afectaría directamente a las opciones progresistas.

Evo Morales sigue llamando al voto nulo en las elecciones de este domingo en Bolivia (Foto AP/Jorge Sáenz)

El proceso electoral boliviano de 2024 introduce un nuevo sistema de recuento: las hojas de votación serán fotografiadas en los colegios electorales y transmitidas en tiempo real a los centros de cómputo para fortalecer la transparencia y reducir eventuales irregularidades. El Tribunal Electoral busca publicar el 80% de los resultados preliminares la noche de la elección y los resultados oficiales en un plazo de siete días.

El contexto económico y social agrega presión: casi la mitad de los niños viven en situación de pobreza según la ONU, el crecimiento del PIB fue de solo un 0,73% en 2024 y la inflación alcanzó cerca del 10%. Las exportaciones de gas natural han disminuido notoriamente y la escasez de combustible se agravó. Bolivia alberga las mayores reservas mundiales de litio, pero los proyectos de desarrollo permanecen estancados por la falta de acuerdos legislativos y la fragmentación política.

La incertidumbre marca la víspera electoral en Bolivia, donde la sociedad se encuentra polarizada y donde el desenlace de los comicios es visto como un momento decisivo para el futuro del país y su democracia.

(Con información de EFE, EP y Reuters)