En una de las galas más caóticas y desopilantes en lo que va de MasterChef Celebrity (Telefe), La Joaqui volvió a robarse todas las miradas —y las risas— del público. En esta ocasión, el desafío fue preparar platos típicos de Turquía, y la cantante tuvo que enfrentarse a un enemigo inesperado: el kebab. Lo que comenzó como una simple receta terminó en un verdadero show de gritos, frustración, carcajadas y frases muy divertidas.
Desde el primer minuto, se la vio fuera de eje. “¡A mí no se me está pegando el kebab!”, exclamó al borde del colapso mientras trataba de dar forma a la carne. “¡Nooo, la re… conciencia! ¡Que no se puede pegar sin huevo esto!”, gritó con una mezcla de enojo y desesperación. Entre risas nerviosas, admitió: “Mientras más ganas tengo de ganar, peor me va”.
Su compañero, Cachete Sierra, intentó ayudarla, pero tampoco pudo contener la situación. “Tiene como picos muy altos de bilirrubina, ¿viste?”, bromeó mientras ella seguía repitiendo: “¡No se me pega, no se me pega, no se me pega! ¡Ya fue, me quemo la mano!”. A esa altura, la escena era puro caos: aceite caliente, carne cayéndose del palo y gritos que se escuchaban en todo el estudio.

En medio del torbellino, apareció Damián Betular, quien, con infinita paciencia, trató de guiarla: “No, Joaqui, porque no es así la técnica, mi amor. Mirá: agarrás el palo, la carne y es en el aire”. Pero nada parecía calmarla. “Ya no hay chance de que escuche, porque para mí ya se me prendió fuego el castillo, ya fallé”, dijo detrás de cámaras con resignación. “Estoy totalmente colapsada. No, la p… madre”.
A cada segundo, la tensión crecía. “No puede ser, la oliva, el pan, ¡la conciencia!”, se quejaba mientras el tiempo corría. En un intento por ayudar, Betular le avisó: “Joaquinha, mirá que se están quemando, prestá atención”. Ella, entre el humor y la histeria, lanzó: “¡Nooo, se me quemó la carne!”. Betular volvió a insistir: “Calmate un poco, es medio kebab”, pero la cantante parecía haber entrado en una espiral de frustración tan genuina como graciosa. “La Joaqui está a punto de un colapso nervioso”, diagnosticó Cachete Sierra, a la vez que ella pedía auxilio a los gritos: “¡Necesito ayuda! ¡Ay, se me llenó de condimento, la conciencia!”.

El momento más tierno y caótico llegó cuando la propia Wanda Nara, conductora del ciclo, anunció: “Cocineros, en esta noche turca, les quedan 15 minutos para terminar”. A lo que la artista gritó: “No puede ser, no hace nida, por favor”. La conductora intervino desde su puesto: “Sí, Joaquinha, ¿qué pasa?”. A lo que ella respondió, exhausta: “Tirame un centro, por favor. ¡Nada hice todavía!”.
Finalmente, con los minutos contados, presentó su plato ante los jurados. “A lo que más le tenía miedo era a desbordarme y llorar… y ya pasó. Así que un miedo menos”, dijo entre risas en el back. La devolución fue sorpresivamente positiva: Betular elogió su pan pita, Donato destacó la salsa de yogur, y Martitegui reconoció su crecimiento.

En su evaluación, los chefs coincidieron en que la carne estaba bien cocida pero algo falta de condimento. “Le faltó trabajo, un poco más de amasado, pero la salsa es espectacular”, marcó Martitegui. Aun así, la felicitación de Donato por su “excelente salsa de yogur” arrancó un suspiro de alivio de parte de la cantante: “Menos mal que la salsa está excelente. Tenía miedo de haber pifiado con la menta”.
Ya más tranquila, La Joaqui mostró su costado más íntimo. Ante la pregunta de Wanda sobre si era tímida, respondió con sinceridad: “Bastante. La Joaqui es el alter ego que yo creé para caminar por el fuego del mundo. Pero acá no estoy disfrazada de La Joaqui, y me cuesta mucho”. Esa confesión generó un silencio en el estudio, que enseguida fue quebrado por los aplausos.