La hermana Irmã Marizele se robó el show y el corazón de miles de personas al hacer beatbox durante una entrevista en el programa “Familia del Amor” de la cadena católica TV Pai Eterno. Lo que comenzó como una sencilla promoción de un retiro vocacional femenino en Goiana, terminó en una increíble exhibición musical que rápidamente se volvió viral en Brasil y más allá.

Acompañada por la hermana Marisa Paula de Neves, quien con gracia adaptó sus movimientos de baile al ritmo de los sonidos, Marizele demostró que la fe y la música urbana pueden ir de la mano de forma sorprendente. La grabación fue verificada por Reuters, confirmando que el momento ocurrió realmente en la televisión brasileña, generando una ola de comentarios y admiración en redes sociales.

Con 44 años, Marizele vive en Ponta Grossa y pertenece a la Congregación Copiosa Redención. Desde pequeña, estuvo rodeada de música en su familia.

Más de 100 mil seguidores en Instagram avalan la original forma en que la hermana Irmã Marizele combina su vocación con la música urbana

Mi abuelo fabricaba guitarras, mis tías cantaban en la radio y nosotras, mis hermanas y yo, siempre estábamos cantando en casa. En mi juventud, me encantaba ir a karaokes y cantar”, contó entre risas.

Aunque el beatbox es una técnica ligada al hip-hop, Marizele creció escuchando música sertaneja —un estilo tradicional brasileño— y confesó que siempre le ha gustado cantar. Su talento musical, sin duda, se ha convertido en un canal para compartir su mensaje espiritual.

Antes de vestirse de hábito, Marizele se formó como veterinaria y se graduó en 2001. Su vocación religiosa surgió a los 24 años después de hacer una promesa a Dios: si su madre lograba recuperarse de un cáncer, ella entraría a la vida religiosa. Gracias a esa promesa y a la recuperación de su madre, se unió a su congregación en 2004.

En los últimos años, Marizele ha encontrado en las redes sociales un espacio para llevar su evangelización a otro nivel. Con más de 100 mil seguidores en Instagram, comparte videos que mezclan su día a día en el convento con música, mensajes de fe y momentos divertidos que conectan con una audiencia joven y diversa.

Siento que Dios me llama a celebrar la Redención a través de la música y la evangelización. Quiero llegar a todas esas personas que tienen sed de misericordia”, explicó.

Este no es su primer momento viral: en marzo de 2024, la hermana participó en el programa Estudio C de Paraná, donde también hizo beatbox y habló sobre su vida religiosa junto a otras monjas.

Lo que hace especial a Marizele es su capacidad para combinar tradición y modernidad, mostrando que la espiritualidad puede tener ritmos frescos y actuales. Su beatbox no solo entretiene, sino que también invita a reflexionar y a acercarse a la fe desde una perspectiva renovada.

Sin duda, la hermana Marizele ha demostrado que la música puede ser un poderoso puente entre generaciones y culturas, y que la alegría y la creatividad son formas válidas y efectivas para difundir mensajes de esperanza y amor.