Tres sospechosos que eran investigados por la comercialización de drogas en el conurbano bonaerense fueron detenidos en las últimas horas en el marco de un allanamiento realizado en la localidad Virrey del Pino, La Matanza. El procedimiento se llevó a cabo en un domicilio identificado por las autoridades como uno de los puntos de venta de estupefacientes del grupo, cuyos integrantes quedaron imputados también por tenencia ilegal de armas de fuego.
El operativo estuvo a cargo de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de La Matanza y contó con la intervención del Juzgado de Garantías N°5 y la UFI especializada en estupefacientes, a cargo del fiscal López Amador.
La investigación que permitió la identificación de los implicados y su localización se originó en marzo, cuando el Ministerio Público Fiscal ordenó a los agentes policiales desplegar tareas encubiertas para verificar la existencia de narcomenudeo en el domicilio allanado.
Tras cuatro meses de trabajos de vigilancia e inteligencia en la zona, se reunieron pruebas suficientes que confirmaban que en el lugar se vendían drogas. La actividad se corroboró a partir de movimientos sospechosos en la vivienda que daban claros indicios de relaciones clientes/comerciantes en el lugar.
Con el avance de las pesquisas, las autoridades además pudieron constatar que en dicho inmueble no solo se comercializaban estupefacientes, sino que además se almacenaban armas de fuego, elementos que incrementaron las sospechas sobre el alcance y la peligrosidad de la organización investigada.
Finalmente, con la evidencia reunida, se solicitó la orden de allanamiento a fin de avanzar en la causa y esclarecer el funcionamiento interno del circuito delictivo.
El operativo policial tuvo como resultado la detención de tres personas, identificadas por fuentes policiales como C.A.P., un hombre de 55 años, B.A.Z., un joven de 31, y M.Y.M., de 56 años, también conocida como “La Vieja”. Según lo establecido en la investigación, cada uno integraba el grupo con funciones diferenciadas y coordinadas dentro del esquema.
“La Vieja” fue señalada como la principal responsable de la venta de drogas en el domicilio allanado. Su apodo y posición la habrían convertido en una figura reconocible y central dentro de la organización, según se corroboró.
El hombre de 55 años, por su parte, se encontraba a cargo de las tareas de vigilancia externa, desempeñándose como encargado de alertar sobre movimientos sospechosos o la posible aparición de fuerzas de seguridad. El de 31 años, en cambio, cumplía el rol de “soldado armado”, lo cual implicaba su permanencia dentro del inmueble, armado y listo para repeler eventuales amenazas o intervenir ante situaciones imprevistas.
La asignación de estos roles, detallada a partir de los resultados del seguimiento policial y el allanamiento, evidenció una estructura interna claramente definida para operar el narcomenudeo y proteger tanto el circuito económico como el resguardo del grupo frente a riesgos externos.
Durante el registro realizado, el personal policial procedió al secuestro de una variada cantidad de elementos de interés para la causa. Entre los objetos incautados se encontraron cinco balanzas de precisión, herramientas clave en la manipulación y distribución de estupefacientes.
A su vez, se hallaron cinco frascos con cogollos de marihuana, además de 31 envoltorios que también contenían marihuana, totalizando 40 gramos, y 151 envoltorios con pasta base, que sumaron 35 gramos.
El operativo también permitió la incautación de cuatro envoltorios y un trozo compacto de clorhidrato de cocaína, alcanzando un peso de 26 gramos. Junto a estas sustancias, los agentes confiscaron recortes de nylon, frecuentemente utilizados para el fraccionamiento y venta de drogas en pequeñas dosis.
En materia de armas de fuego, se encontraron una pistola semiautomática Ballester Molina calibre .22, que poseía pedido de secuestro por hurto, y una pistola Leslie calibre .25. Asimismo, fueron requisados cargadores y proyectiles de diversos calibres. En el rubro tecnológico, se incautaron tres teléfonos celulares que podrían contener elementos probatorios sobre actividades ilícitas.
Sumado a esto, el efectivo hallado en el inmueble ascendió a $144.000 y se secuestró un vehículo Chevrolet Corsa, cuyo motor presentaba adulteraciones.
Tras el operativo y las detenciones, las autoridades judiciales dispusieron que los tres implicados queden a disposición de la justicia. A los detenidos les imputaron dos delitos: tenencia de estupefacientes con fines de comercialización y tenencia ilegal de arma de fuego. El cúmulo de pruebas reunidas durante el procedimiento, incluyendo las sustancias incautadas y el arsenal hallado, respaldó las denuncias formuladas en torno a la actividad delictiva desarrollada en el inmueble.
La investigación continúa bajo la conducción del Ministerio Público Fiscal, que analizará tanto los elementos materiales secuestrados como los antecedentes de los acusados. El caso, dada la complejidad y gravedad de las conductas investigadas, se mantiene en etapa de instrucción. Por ahora no se dispuso la libertad de los detenidos.