El falso taxista levantaba pasajeros en la zona de los boliches de la Costanera

La zona de la Costanera porteña era la que elegida. Él sabía a dónde ir a levantar pasajeros que cumplieran con la condición básica para lograr su cometido: haber perdido los reflejos por el alcohol después de una noche de fiesta. Y, entonces, no saben los investigadores si aprovechaba la somnolencia para robarles las billeteras, pero de algo están seguros, al que se le caían en el coche las tarjetas de crédito y débito no se las devolvía, se las explotaba.

Tras una investigación de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N°5 porteña Especializada en Ciberfraudes se logró dar con el sospechoso luego de que una víctima denunciara que en noviembre pasado había dejado su billetera en un taxi y le habían aparecido compras no autorizadas.

Cuando allanaron al sospechoso se sorprendieron: encontraron muchos más DNI y tarjetas de varias víctimas, además del de la denuncia inicial. Sospechan que son entre 20 y 30, aunque no tienen en claro el tiempo que lleva haciendo esta maniobra en el taxi que es tan falso como él: no tenía licencia autorizada.

Y, como corolario, tenía una probation de la Justicia nacional por estafas del año pasado.

Todo lo secuestrado en la casa del estafador

Con todo eso, el Juzgado N°11 de Primera Instancia en lo Penal, Penal Juvenil, Contravencional y de Faltas, Julio Rebequi, decidió dejar al acusado del delito de defraudación en libertad porque consideró que no había riesgos procesales. La pena en expectativa es de un mes a 6 años de prisión.

Las penas son muy bajas y este tipo de delitos crece de manera exponencial. Encima, es un doble daño para la víctima, porque está el perjuicio económico que le insume quedarse sin los plásticos hasta que logran la reposición, y, en otros casos, sin acceso a sus cajas de ahorro”, explicaron a Infobae fuentes de la investigación que tuvo en los últimos días el corolario, pero que demandó meses de una tarea fina para dar con el sospechoso, un hombre de 43 años con domicilio en la localidad de Glew.

El caso se inició a partir de la denuncia de un hombre que extravió su billetera y su teléfono celular mientras viajaba en un taxi, y que al día siguiente detectó consumos no autorizados en distintas plataformas y comercios, por un monto superior a un millón y medio de pesos, a través de sus tarjetas de crédito y débito.

El fiscal Miguel Ángel Kessler dio inmediata intervención al Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) del Ministerio Público Fiscal, encomendando diversas medidas de investigación para identificar a los responsables. Así, se enviaron oficios a comercios, entidades bancarias y procesadores de pago, solicitando registros fílmicos, comprobantes de compra y datos de los beneficiarios de las transacciones.

E falso taxista tenía posnets

“Incluso en algunos comercios, la imagen de Google Maps muestra al taxi falso en cuestión estacionado en la puerta. Es que en algunos lugares hasta le dejaban hacer transacciones con los posnets”, ampliaron las fuentes consultadas por este medio.

El análisis de las imágenes obtenidas en el curso de la investigación permitió establecer que el autor se trasladaba entre distintos comercios a bordo de un vehículo ploteado como taxi, con prohibición de circular y sin la correspondiente habilitación.

A su vez, se realizó un requerimiento de información a la empresa Mercado Pago que permitió detectar transferencias vinculadas a los consumos fraudulentos, identificando a un usuario que, el mismo día de los hechos, transfirió los fondos a otra cuenta bancaria. Luego, se detectaron más compras realizadas con las tarjetas en cuestión.

A partir de ello, se solicitó información al Registro Nacional de las Personas (RENAPER), para, con la colaboración de la División Identificación Criminal de la Policía de la Ciudad, realizar un cotejo con las imágenes obtenidas de las cámaras de los comercios, y de esta manera confirmar la identidad del sospechoso.

Tras ello, junto a la División Fraudes Bancarios de la policía porteña, se logró finalmente gestionar la individualización y establecer la localización con un domicilio en la localidad de Glew, provincia de Buenos Aires.

Con las pruebas recabadas, se obtuvo una orden de allanamiento, la cual fue remitida por exhorto al Juzgado de Garantías de turno del Departamento Judicial de Lomas de Zamora. En el procedimiento se encontró al investigado y se secuestraron 18 tarjetas de crédito, 6 tarjetas de débito, 6 dispositivos posnet, 4 teléfonos celulares, 1 cédula azul, 4 licencias de conducir, 13 documentos nacionales de identidad y dinero en efectivo.

“No todo lo hallado pertenece a esas 18 personas de las que se hallaron las tarjetas de crédito, sino que son más. Creemos que entre 20 y 30 fueron las víctimas”, apuntaron.

Por tal motivo, se imputó al acusado por el delito de defraudación con tarjeta de crédito o débito obtenida ilegalmente, pero el juez decidió no dictarle la prisión preventiva.