Juanita Tinelli apostó todo en una sesión de fotos sin ropa (Foto: Instagram)

Juanita Tinelli años atrás tomó la decisión de dedicarse al modelaje, dividiendo su vida entre Argentina y Europa. Si bien es un mundo muy competitivo, poco a poco logró ganarse su lugar y dedicarse a lo que ama. En este contexto, se animó a posar para una sesión de fotos audaz y una estética que roza los límites de la censura.

Juana participó en una producción fotográfica ambientada exclusivamente con un cortinado de terciopelo en tonos tierra que cubre por completo el fondo. Ese telón grueso constituyó el único elemento escenográfico visible, generando una atmósfera privada y sofisticada en la que se desarrollaron las imágenes. La figura de la modelo se ubica siempre detrás de la cortina, la cual sostiene y acomoda con distintos movimientos de las manos, utilizando la tela para cubrir parcialmente su cuerpo.

La serie de tres fotografías se caracteriza por el juego visual entre el cuerpo de Juana y el cortinado, sin ningún otro objeto en el encuadre que desvíe la atención. El manejo de la cortina no solo aporta dinamismo y variedad a las posturas sino que también sugiere una actitud deliberada de resguardo e insinuación, desplazando el foco hacia el diálogo entre la silueta de la protagonista y los pliegues del terciopelo.

Tinelli deslumbró con una sesión de fotos al borde de la censura

Para la sesión fotográfica la joven optó por un estilismo minimalista y atrevido, luciendo únicamente una bombacha negra de tiras finas. El atuendo se complementa con accesorios puntuales que suman detalles de interés sin desviar la atención de la escena principal. En una de las manos, la modelo lleva una pulsera compuesta por piedras claras, cuyo brillo discreto aporta un leve punto de luz sobre la tela. Un anillo dorado adorna uno de sus dedos, añadiendo un destello de luminosidad que contrasta con la suavidad de las demás texturas presentes en la composición.

La absoluta ausencia de otras prendas o elementos refuerza la intención de una imagen limpia y centrada en la figura y gestualidad de Juanita. Su rostro aparece enmarcado por un peinado recogido, aunque se dejaron sueltos algunos mechones para suavizar los contornos y agregar naturalidad a la pose. Esta elección aporta una sensación de desenfado elegante, que coincide con la actitud reservada y sofisticada predominante en la serie de fotografías. “Arranqué tranqui el miércoles”, fue todo lo que escribió en el pie de la foto.

El maquillaje, por su parte, reforzó la intensidad de la expresión facial. El delineado es marcado, lo que ayuda a resaltar la mirada sin llegar a la exageración, mientras que las sombras en tonos marrón profundizaron el efecto y armonizaron con la paleta cromática general de la toma. Los labios están maquillados en un tono nude, proporcionando un acabado natural y sobrio, en sintonía con el carácter general de la producción.

Estas fotos salieron a la luz dos días después de que ella apostó por un cambio de look jugado. A tono con las preferencias de la estación —bordó, negro y mocha—, la influencer dejó de lado su tradicional castaño claro, característico del verano, y sorprendió con nuevo color de cabello. Eligió un negro azabache, brillante y profundo, que representa la vertiente más intensa del total black.

La transformación se evidenció tanto en su feed como en publicaciones de su estilista, donde se la vio con una remera negra con un recorte en el pecho y detalles de encaje, reforzando el aire dark que eligió lucir durante los próximos meses fríos. Así, se suma a la elección de reconocidas figuras como Valentina Zenere, Oriana Sabatini y Zaira Nara, que también apostaron al tono oscuro en sus cambios de imagen invernal.

La reacción de los seguidores fue inmediata, destacando la adaptación de la tendencia y el equilibrio con la belleza natural de Juana y no tardaron en compararla con Kendall Jenner, una de las hermanas Kardashian, y también con Dua Lipa.