Wanda Nara y Mauro Icardi volvieron a verse las caras en un tribunal de Milán tras meses de escándalos, acusaciones y versiones mediáticas que marcaron el final de su vínculo sentimental. La audiencia por el divorcio duró casi tres horas, y aunque comenzó con gritos y tensión, concluyó con un inesperado momento de distensión que sorprendió tanto a la prensa como a los testigos presentes en el lugar.
Desde la acusación de un supuesto adulterio hasta la batalla por la custodia de sus hijas menores, Francesca e Isabella, la jornada estuvo atravesada por temas personales, económicos y emocionales. Sin embargo, lo más comentado no ocurrió en el recinto judicial, sino en el cruce que protagonizaron ambos al retirarse del lugar, cuando se encontraron en el estacionamiento. Allí intercambiaron sonrisas y subieron a sus autos, estacionados uno junto al otro, sin que mediara ningún gesto de hostilidad.
El procedimiento judicial tenía previsto desarrollarse en una hora, pero se extendió durante más del doble del tiempo estipulado. En el centro de la discusión estuvo la división de bienes, la organización de la tenencia compartida y los alimentos para las hijas del matrimonio. También se abordaron las repercusiones mediáticas de sus conflictos, así como el impacto que estas situaciones tienen sobre el bienestar familiar.
De acuerdo a la información que brindó Yanina Latorre en el ciclo Sálvese Quien Pueda (América TV), durante la audiencia, el futbolista expresó con dureza: “Prefiero gastar 20 y destruirla a un millón de dólares y que sea fácil”, en relación al acuerdo económico con su expareja. Esta afirmación fue uno de los momentos más tensos de la jornada, e incluso motivó la reacción directa de la magistrada que presidía la causa. Según relató la conductora, la jueza interrumpió la conversación para expresar: “No puede ser que ustedes dos no se pongan de acuerdo en nada. Acá sigue habiendo amor”.
El impacto de esa frase se reflejó en la reacción de los protagonistas. Tanto Wanda como Mauro se mantuvieron en silencio, sin responder ni desmentir la afirmación de la jueza. La conductora destacó este detalle como revelador: “Ninguno de los dos dijo que no. Ahí hay una tensión. Pero cuando pasó eso, los dos no contestaron. Mudos”.
Finalizada la audiencia, la salida de los protagonistas se dio a la par. Ambos abandonaron el edificio judicial en autos de lujo estacionados uno al lado del otro. Nara llegó a bordo de un Lamborghini rosa, vestida con un traje formal y acompañada por su entorno cercano. Icardi, por su parte, también contó con asistencia de su equipo legal y de allegados. El video del momento, difundido por el mismo programa televisivo, mostró cómo ambos subieron a sus respectivos vehículos en simultáneo, intercambiando sonrisas que llamaron la atención por el contraste con lo ocurrido minutos antes dentro del juzgado.
“Se ríen, es raro, ahí no hay odio. Esto para mí no es mala onda entre los dos”, señaló Yanina Latorre, quien analizó las imágenes junto a su equipo en el aire de Sálvese Quien Pueda. El gesto no pasó inadvertido y generó diversas interpretaciones sobre el verdadero estado del vínculo entre la empresaria y el futbolista.
Tras ese momento, las redes sociales volvieron a jugar un papel fundamental. El delantero publicó en sus historias de Instagram una imagen del actor Johnny Depp, acompañada por la frase “¡Vamos!”, en lo que varios interpretaron como un mensaje de victoria o alivio luego del encuentro judicial. En paralelo, Wanda Nara se retiró junto a su exmarido Maxi López, con quien mantuvo una cena informal acompañada de amigas. En la imagen que se difundió se los ve en un restaurante, y más tarde ella publicó otra con copas de champagne sobre la mesa, que fue leída como una celebración.