La inflación de junio estuvo en torno al 2% por una mayor presión sobre precios regulados -combustible y servicios públicos-, de estacionales -frutas y verduras- y la ausencia del efecto Hot Sale, según los primeros relevamientos privados que se conocieron el último día del mes. De confirmarse esa tendencia, se trataría de una aceleración respecto a mayo y la expectativa de los analistas es que se mantenga en los mismos niveles durante julio.
El Indice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec informó una variación del 1,5% para el mes pasado, una desaceleración considerable frente al 2,8% de abril y la menor variación en cinco años. Si se excluye el período de aislamiento por Covid-19, hay que retroceder hasta noviembre de 2017 para encontrar un dato comparable (1,4 por ciento).
El relevamiento de precios minoristas de C&T para la región GBA presentó un alza de 2% mensual en junio, superando levemente el 1,8% de mayo y el 1,5% del organismo estadístico. “Así, la variación de doce meses volvió a reducirse y llegó a 38,7%, la menor desde principios de 2021” resaltó la consultora.
La suba en alimentos y bebidas fue de 1,4% en junio, tras un mínimo 0,3% en mayo. Dentro de este rubro, se destacaron incrementos en panificados, lácteos y bebidas. También se registró un mayor ajuste en servicios públicos, sobre todo en gas y electricidad, impactando en vivienda, mientras el transporte público aumentó más que el mes previo. Los combustibles mostraron un aumento moderado, en contraste con la baja de mayo, y afectaron el rubro transporte a pesar de cierta estabilidad en el precio de autos.
Los cigarrillos, estables desde mediados de abril, retomaron las subas, al igual que los artículos de tocador y belleza, lo que impulsó el rubro de bienes y servicios varios. “En salud, tanto medicamentos como prepagas se ajustaron levemente por debajo del promedio, mientras en equipamiento y mantenimiento del hogar prevaleció la estabilidad de electrodomésticos y la ausencia de ajustes en el servicio doméstico por sobre el aumento de productos de limpieza. Educación y esparcimiento tuvieron incrementos menores a los de mayo, y la indumentaria registró una contracción, vinculada a liquidaciones», indicó C&T.
El avance de inflación de LCG indicó una suba de 0,1% semanal en alimentos en la última semana de junio y un cierre mensual promedio del 2,1% en alimentos y bebidas. “El 70% de la canasta relevada sigue con precios estabilizados”, afirmó la consultora, que destacó la baja dispersión de las variaciones semanales. La comparación intermensual contrasta con el 0,1% de mayo, mostrando una aceleración significativa en junio.
Para Equilibra, la inflación de la cuarta semana de junio fue de 0,2%, con un promedio mensual proyectado en torno al 2,1 por ciento. Según su relevamiento, los precios Regulados impulsaron la suba general: treparon 0,6% semanal gracias al aumento de la nafta, salvo en el caso de YPF. “Los Regulados volvieron a liderar poniéndole un piso a la inflación del mes”, detalló la consultora. En su medición, la inflación núcleo se ubicó en 0,2% semanal y los estacionales cayeron 0,2%, pero la suba de regulados empujó el nivel general.
El economista Aldo Abram, de la Fundación Libertad y Progreso, explicó el contraste con el dato de mayo: “Estamos esperando que la inflación de junio sea unas décimas más alta que la de mayo, pero tiene una explicación, que es la siguiente: mayo dio muy bajo porque como estuvieron todos estos augurios de que iba a haber un salto cambiario a partir de abril en algún momento (…) el empresario que tiene fijado sus valores siguiendo el tipo de cambio oficial se cubrieron y aumentaron sus precios ante esa expectativa para no perder plata”. Según Abram, tras ese ajuste previo, los empresarios bajaron precios en mayo y, ya sin ese efecto, junio mostró una inflación más acorde a la evolución del dólar y el peso.
El economista agregó: “Ahora vamos a tener una inflación más o menos que corresponde dado la evolución del valor del dólar y dado la evolución del valor del peso”. En esa línea, las mediciones privadas coinciden en que el efecto puntual que contuvo los precios en mayo desapareció, y las actualizaciones tarifarias de junio junto a otros precios regulados explicaron buena parte del movimiento al alza.
Claudio Caprarulo, de Analytica, proyectó un aumento en el nivel general de precios de 1,7%.“Los regulados marcan un alza y los estacionales no jugaron tan a favor como en mayo”, explicó.
Además, el mercado mantuvo expectativas de un proceso desinflacionario para el segundo semestre, aunque condicionado por el manejo de tarifas y el ritmo de ajuste fiscal. Sin embargo, analistas advirtieron que el peso de regulados y algunos alimentos podría sostener la inflación cerca del 2% mensual al menos durante julio.