La industria manufacturera de China acumuló su quinto mes de caída y evidencia el desgaste del modelo impuesto por Xi Jinping (REUTERS)

La actividad en la industria manufacturera de China se contrajo en agosto por quinto mes consecutivo, aunque lo hizo a un ritmo menor que en julio, según datos oficiales publicados este domingo por la Oficina Nacional de Estadística (ONE).

El índice gerente de compras (PMI), indicador de referencia del sector, se situó en 49,4 puntos, ligeramente por encima de los 49,3 registrados en julio, pero todavía por debajo del umbral de 50 que separa la expansión de la contracción. La cifra se quedó corta frente a las expectativas de los analistas, que habían proyectado 49,5 en encuestas de Reuters y Bloomberg.

La última vez que la manufactura china superó la marca de los 50 puntos fue en marzo.

De los cinco subíndices que conforman el PMI manufacturero, producción y plazos de entrega se ubicaron en zona de expansión, mientras que nuevos pedidos, inventarios de materias primas y empleo se mantuvieron en contracción, reflejando la persistente debilidad de la demanda.

El PMI no manufacturero, que mide la actividad en servicios y construcción, avanzó de 50,1 puntos en julio a 50,3 en agosto. Dentro de este índice, el sector de la construcción cayó con fuerza hasta 49,1 puntos, desde los 50,6 del mes anterior, mientras que los servicios subieron de 50 a 50,5. El PMI compuesto, que combina manufacturas y no manufacturas, se ubicó en 50,5, frente a 50,2 en julio.

El estadístico de la ONE, Zhao Qinghe, consideró que la mejora marginal respecto al mes previo es evidencia de que “la prosperidad económica general continúa expandiéndose” y de que “el clima empresarial ha mejorado”. En julio, la misma oficina había atribuido parte de las dificultades de la manufactura a fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones y olas de calor.

La última vez que la manufactura china superó la marca de los 50 puntos fue en marzo (EFE)

A pesar de los datos, analistas señalan que la economía china enfrenta una combinación de presiones internas y externas. Entre ellas destacan la debilidad de las exportaciones en medio de la disputa comercial con Estados Unidos, la crisis de deuda en el sector inmobiliario, el endeudamiento de los gobiernos locales, el bajo consumo y la elevada desocupación juvenil.

“El impulso económico se desaceleró en el tercer trimestre, con una demanda interna aún débil”, afirmó Zhiwei Zhang, presidente y economista jefe de Pinpoint Asset Management. “La perspectiva macroeconómica en lo que resta del año dependerá en gran medida de cuánto tiempo se mantengan sólidas las exportaciones y de si la política fiscal se vuelve más expansiva en el cuarto trimestre”, añadió.

En julio, las exportaciones chinas superaron las previsiones debido a una base de comparación baja y al aumento de los envíos a países del Sudeste Asiático, mientras los productores intentan diversificar mercados ante el riesgo de perder acceso al estadounidense.

Paralelamente, las ganancias de las empresas industriales cayeron por tercer mes consecutivo, según datos oficiales, en un contexto de demanda interna débil y persistente deflación de precios a puerta de fábrica.

Las tensiones comerciales también siguen pesando sobre la confianza empresarial. A comienzos de agosto, Washington y Beijing acordaron extender por 90 días su tregua arancelaria, que mantiene gravámenes de 30% a las importaciones chinas y de 10% a productos estadounidenses. La incertidumbre, sin embargo, continúa minando la seguridad de empresas a ambos lados del Pacífico.

A pesar de los datos, analistas señalan que la economía china enfrenta una combinación de presiones internas y externas (EP)

La situación del mercado inmobiliario añade presión, al recortar el consumo de los hogares, para quienes la vivienda constituye una de sus principales fuentes de riqueza. Los datos bancarios de julio mostraron que los préstamos se contrajeron por primera vez en dos décadas, reflejando la falta de apetito por nuevas hipotecas.

La tasa de desempleo urbano se situó en 5,2% en julio, frente al 5% del mes anterior. Un fallo reciente del máximo tribunal chino, que obliga a empresas y trabajadores a cumplir estrictamente con las cotizaciones sociales, podría impactar en el mercado laboral, aunque busca reforzar los ingresos de gobiernos locales debilitados por la caída de las ventas de terrenos y el aumento de sus compromisos fiscales.

En paralelo, las condiciones climáticas extremas han generado costos adicionales: desde el 1 de julio se estiman en 2.200 millones de dólares los daños en infraestructura vial a causa de inundaciones y temperaturas extremas, de acuerdo con datos oficiales.

En este contexto, mientras la ONE insiste en destacar señales de mejora en el entorno productivo, expertos independientes advierten que la segunda mayor economía del mundo encara obstáculos estructurales que limitan sus posibilidades de alcanzar un crecimiento sostenido.

(Con información de EFE y REUTERS)