A tan solo horas de celebrar la Navidad, y con la mente puesta en sus vacaciones, Catalina Gorostidi sorprendió a sus seguidores al revelar la impactante reacción alérgica que había sufrido en las últimas horas. La exparticipante de Gran Hermano, publicó en sus redes sociales un video que generó preocupación entre su público y más aún al asegurar que se veía “irreconocible”. El episodio ocurrió poco antes de viajar a Punta del Este, cuando relató que los síntomas visibles y su malestar la tenían en alerta.

Según expuso la joven en el video, el incidente se desencadenó luego de que tocó un conejo tras visitar un salón de manicura. “Me fui a hacer las uñas y como buena amante de todos los animales que soy toqué un conejo. Me dio alergia un conejo”, explicó. La médica utilizó un filtro en Instagram para suavizar la imagen, aunque aclaró que las secuelas, como “ojos hinchados” y “marcas visibles en el rostro”, persistían: “Miren cómo tengo los ojos, y eso que tengo filtro…”. Además, manifestó: “Casi que no puedo respirar, así estamos”. Horas antes del viaje, resumió su estado con preocupación: “Estoy cada vez peor, cada vez peor…”.

El efecto de la alergia implicó tanto problemas físicos como un marcado impacto emocional. Gorostidi desmintió, por ejemplo, que la inflamación de sus ojos fuera producto de una reacción sentimental: “No estuve llorando”, aclaró. El ahogo y el malestar la acompañaron durante el día, mientras preparaba su viaje.

A poco de irse de vacaciones, Catalina Gorostidi sufrió un problema de salud

Este episodio se suma a una serie de problemas de salud sobre los que Gorostidi ha hablado recientemente. A finales de octubre, compartió detalles de su lucha con la anemia, el cansancio extremo y las consecuencias de los trastornos alimenticios que enfrenta desde los 17 años, como la anorexia y la vigorexia. La propia influencer relató una situación crítica ocurrida unos veinte días atrás: un desmayo en el baño de su casa en Santa Fe que le impidió concurrir a una fiesta. “No pude ir porque me terminé desmayando en el baño de mi casa. Estoy anémica porque es verdad que no estoy comiendo lo suficiente, pero estoy en tratamiento”, señaló, agregando que solo su círculo más cercano conocía el episodio antes de hacerlo público.

A lo largo de su vida adulta, la influencer ha requerido hospitalizaciones, controles médicos estrictos y apoyo psicológico. Convive también con rabdomiólisis, una afección muscular grave que limita su capacidad para realizar actividad física de forma intensa.

En el plano social y emocional, la exposición pública y la actividad en redes han estado marcadas por comentarios hostiles sobre su aspecto físico. Gorostidi declaró recibir mensajes agresivos citando frases como “estás a un vómito de morirte”. Como respuesta, optó por publicar fotos de su abdomen y aclarar que nunca opinó sobre cuerpos ajenos: “Yo nunca hablé del cuerpo de nadie, jamás. Entonces, lo que me escriben en redes no me interesa porque son personas que ni siquiera conozco”. Sin embargo, reconoció romper esa regla al responder agresivamente a una excompañera del reality que, según detalló, la acosó durante dos años en redes sociales. “Sí, el fin de semana critiqué un cuerpo por primera vez. Fue a alguien que me viene acosando hace dos años por redes sociales. Le dije ‘gordo sapo parado’ y lo sostengo, porque esa persona me viene torturando desde que terminó Gran Hermano”, explicó, justificando su reacción en el contexto de acoso persistente.

El presente de Catalina Gorostidi pone en evidencia no solo una crisis física aguda, sino también el agotamiento emocional y mental que le genera la presión mediática y sus problemas crónicos de salud. En medio del cansancio acumulado y el malestar, remarcó la necesidad imperiosa de hacer una pausa y priorizar su bienestar.