“La candidatura a diputado nacional del presbítero Juan Carlos Molina responde exclusivamente a una decisión personal”, afirmó el Obispado de Río Gallegos en un comunicado oficial. Además, le otorgó una licencia canónica, por lo cual no podrá dar misa, oficiar casamientos, bautismo y el resto de los sacramentos.
Molina participará en las elecciones en la lista de Fuerza Patria, tras un acuerdo entre el Partido de la Victoria, Kolina, el Partido Justicialista y el Instrumento Electoral por la Unidad Popular, las fuerzas que confluyen en el peronismo santacruceño.
En diálogo con Infobae este fin de semana, el sacerdote aseguró: “Cristina fue la primera que apoyó mi candidaturacuando me lo pidieron los compañeros y compañeras de Santa Cruz. Parece que fui elegido como punto de unidad. Yo, la verdad,no lo esperaba ni lo busquépero entiendo que en estas circunstancias del país y en especial de nuestro lugar, no podía decir que no ni hacerme el distraído”.
Y agregó: “No fue el dedo de Cristina,creo que fue el dedo de Francisco. En Santa Cruz me conocen por mi trabajo, por abrir escuelas, por ir al frente, por defender a los más humiles. Creo que mis virtudes son esas, y que no soy resistido y soy querido por mucha gente de la provincia”.
Esas declaraciones encendieron alarmas en el seno de la Iglesia. En el documento, firmado por el Obispo de Río Gallegos, dirigido a toda la feligresía y difundido hoy, subrayó que la postulación del sacerdote no representa la posición institucional de la Iglesia Católica.
En ese sentido, el Obispado de Río Gallegos aclaró que “dicha postulación en ningún caso expresa la voluntad, ni el parecer de la Iglesia diocesana de Río Gallegos”. De este modo, la autoridad eclesiástica se desmarcó de cualquier vinculación con la candidatura del cura Molina, quien aspira a una banca en la Cámara de Diputados de la Nación.
El comunicado enfatiza que “ninguna de las manifestaciones que se viertan en campaña o durante su posible mandato, deben ser entendidas como expresión de la voluntad de esta Diócesis”.
La nota oficial, difundida a través de los canales institucionales del Obispado de Río Gallegos, también establece restricciones sobre el ejercicio ministerial del sacerdote involucrado.
Según el texto, “el mencionado sacerdote no ejercerá el ministerio presbiteral de manera pública o privada, durante el período de campaña y/o futuro ejercicio del mandato legislativo”. De este modo, el presbítero Molina quedará apartado de las funciones religiosas tanto en el ámbito público como en el privado mientras dure su participación política.
El comunicado, que lleva la firma del Obispo de Río Gallegos, fue emitido desde la sede episcopal ubicada en Errázuriz 53, en la ciudad de Río Gallegos, provincia de Santa Cruz. El documento se encuentra disponible en el sitio web oficial de la diócesis y en sus canales de contacto institucionales.
La declaración del Obispado de Río Gallegos busca delimitar con claridad la separación entre la actividad política personal del sacerdote y la postura de la Iglesia local, reiterando que cualquier declaración o acción de Molina en el marco de la campaña o de un eventual mandato legislativo no debe interpretarse como representativa de la diócesis.