La interna de Los Palmeras sigue sumando capítulos, y esta vez la voz que habló fue la de Silvina Camino, hija del fundador del mítico grupo santafesino, Marcos Camino. El conflicto entre los líderes históricos de la banda, Marcos y Rubén Cacho Deicas, no solo alteró la vida de la agrupación sino que también dejó huellas profundas puertas adentro de la familia. En medio de este clima de tensión e incertidumbre, Silvina decidió dar a conocer su postura a Juan Etchegoyen y se refirió, por primera vez, a la pelea, a su vínculo con su padre y al contundente testimonio de su hija, Constanza Camino, más conocida como Cocó Miel.

Silvina admitió que hace años que no tiene contacto con Marcos, una distancia que, según ella, fue decisión exclusiva de su papá. La reciente participación mediática de su propia hija sumó todavía más ruido a la interna: “Mi hija saltó por mí el otro día y yo estoy hace rato distanciada de mi papá por elección de él. Ella dijo como peleando que era team Cacho Deicas, pero acá hay cosas que no fueron dichas ni se dirán, que son dolores que arrastra cualquier familia y en Santa Fe se sabe porque es un gran pueblo chico”, aseguró en Mitre Live, remarcando que detrás del enfrentamiento público hay heridas de larga data.

En ese sentido, la hija de Marcos subrayó el rol clave de Deicas en la historia de la banda: “Cacho fue el Messi o el Maradona que surgió en Los Palmeras y fue la voz inconfundible e irremplazable del grupo, pero el que lo creó fue mi papá. Lo que falló acá es que yo no me imagino siendo socia de una amiga y saliendo a hablar mal de esa amiga, no dejo que mi amiga se ofenda ni se sienta mal. Yo me comuniqué con uno de los hijos de Cacho para saber cómo estaba su papá. Le dije que estábamos preocupados”. Así, dejó en claro que, pese a la disputa, aun existen gestos de humanidad entre las dos familias.

Una vez más, la familia de Marcos Camino se puso del lado de Cacho Deicas en medio de la interna de la banda

A la exposición mediática se sumaron rumores aún más duros: la ex pareja de Marcos, visiblemente afectada por la situación, debió lidiar con versiones que aseguraban que el músico había hablado públicamente sobre supuestos problemas de adicciones de su nieta. Silvina enfrentó la crisis con serenidad: “Yo me niego a creer que un abuelo pueda hablar así de su nieta”, declaró. Y aunque admitió que no puede saber si todo lo dicho es cierto, eligió no dejarse arrastrar por el escándalo: “No me detengo ahí ni busco a la persona que habla mal de mi hija. Son carencias que puede tener esa persona”.

Aseguró que intentó calmar a su madre, que también atraviesa la situación con angustia, y explicó que, si bien no le corresponde justificar a nadie ni reclamar afecto, se enfoca en el bienestar de su hija. “No estoy acostumbrada a mendigar nada”, concluyó, marcando distancia y límite ante los conflictos del pasado y del presente.

El vínculo de Silvina con Marcos pasó a ser apenas un eco lejano, mientras que su hija Constanza ocupó un rol central en el debate, ubicándose del lado de Deicas y exponiendo la grieta familiar días atrás. “No es nada nuevo esto de un varón que se separa y se vuelve a casar y no tiene relación con mi familia”, declaró Constanza tiempo atrás, dejando en claro que la distancia con su abuelo fue total. “Yo tuve a mi abuelo por parte de mi papá, pero a Marcos no le digo abuelo, le digo que es el papá de mi mamá”, resumió, y fue todavía más allá: “Habría que preguntarle a él por qué nunca quiso tener relación conmigo y no tengo interés en conocerlo”.

El testimonio de Silvina y Constanza pone sobre la mesa viejos dolores familiares, pero también desnuda la complejidad de una historia donde el arte, el éxito y la vida íntima se cruzan y se tensan en público. Mientras la interna de Los Palmeras sigue alimentando el interés de los fanáticos y la prensa, la voz femenina de la familia Camino busca, al menos, darle algo de paz al legado que supieron construir.