Fecovita trabaja de forma directa con más de 5.000 productores (Pixabay)

La industria vitivinícola argentina está siendo testigo de una crisis judicial de magnitud. Un litigio comercial de proporciones considerables opone a dos actores clave del sector: Fecovita (Federación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas) y la empresa española Iberte.

Lo que comenzó como un desacuerdo contractual escaló a una batalla legal compleja y con implicaciones que van más allá de los balances financieros de las partes.

Para entender la magnitud del caso, es crucial retroceder en el tiempo y comprender la relación que unía a Fecovita e Iberte. Las empresas se unieron años atrás y crearon Evisa, una firma para exportar vino y mosto en forma conjunta. El trato era simple, Fecovita ponía la producción e Iberte se encargaba de venderla en el mundo. En otras palabras, la sociedad representaba una alianza estratégica que le permitía a Fecovita, un gigante cooperativo que agrupa a más de 5.000 productores y posee una porción significativa del viñedo argentino, acceder a mercados globales, mientras que su socia consolidaba su posición como un actor relevante en el comercio de mosto.

El punto de inflexión llegó en 2023, cuando Fecovita decidió poner fin unilateralmente al contrato, alegando incumplimientos por parte de la española. La cooperativa argumentó que Iberte no había cumplido con los volúmenes y precios acordados en el contrato, lo que habría generado un perjuicio económico significativo para sus asociados. Iberte, por su parte, asegura que Fecovita recibió USD 32 millones y nunca entregó la mercadería correspondiente para ser comercializada.

Las dos caras del conflicto

Carlos Aguinaga, representante legal de Iberte, sostuvo que el conflicto es por dinero.

“Hubo un capital inicial de USD 32 millones. Fecovita recibió el dinero y nunca entregó el vino y el mosto para que fuera vendido por medio de Evisa. En total, debía entregar 17,4 millones de litros de vino y 5.600 toneladas de mosto, pero no cumplió”, aseguró.

Según Iberte, Fecovita quedó debiendo 17,4 millones de litros de vino y 5.600 toneladas de mosto

En base a esto, Iberte reclama la devolución de los fondos aportados y un resarcimiento por los daños económicos ocasionados, lo que lleva la suma a un valor superior a los USD 32 millones.

En paralelo a la causa principal, Iberte denunció a su socia por presuntos balances falsos correspondientes a los años 2021, 2022, 2023 y 2024. “Presentamos la denuncia por el balance de 2024, que se tratará en la misma fiscalía que se está estudiando los anteriores”, comentó Aguinaga.

La otra versión es muy diferente. Osvaldo Coll, abogado defensor de la Federación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas, aseguró que Fecovita no es deudora, sino acreedora. “La mercadería fue entregada en tiempo y forma. Además, Iberte se quedó con 15 millones de dólares sin cobrar por la mercadería vendida”, afirmó Coll.

A esto, añadió otras deudas que, según su parte, elevan el monto a favor de Fecovita: una cláusula contractual que obligaría a Iberte a cubrir la diferencia si el valor del mosto aumentaba por encima de la transacción inicial, lo que sumaría otros 7 millones de dólares. Además, incluyen la falta de pago del IVA y una multa contractual por incumplimiento valuada en 8 millones de dólares.

“Presentamos un escrito en la Comisión de Derechos y Garantías y luego en la Fiscalía donde se está analizando la pericia de la estafa. Tomando como referencia la propia pericia, se obtiene que Fecovita es acreedora de USD 2,7 millones”, indicó el letrado.

Lo cierto, es que el caso parece estar lejos de resolverse. Ambas partes reclaman deudas no cobradas y resarcimiento económico. Hay denuncias cruzadas y casi nula posibilidad de acuerdo entre las partes.

Mientras tanto, la vitivinicultura argentina espera la resolución del caso, a la vista de las posibles consecuencias para Fecovita. Es que la empresa tiene un peso significativo sobre el mercado interno y sostiene en su estructura a miles de productores con los que trabajan de forma directa.