Daniel Noboa inició este 3 de diciembre de 2025 una nueva gira internacional que lo llevará a Emiratos Árabes Unidos, España y Noruega, en un momento marcado por cuestionamientos internos sobre la frecuencia de sus desplazamientos al exterior y por la falta de información oficial sobre quiénes conforman su equipo de acompañamiento. La Presidencia confirmó la salida del mandatario con el Decreto Ejecutivo 238, firmado el 2 de diciembre, pero el documento no incluye la identificación de los funcionarios que integrarán la comitiva oficial ni detalla los objetivos específicos de las reuniones previstas en los tres países visitados.
El decreto declara en comisión de servicios a “la comitiva que acompañará al Presidente Constitucional de la República del Ecuador durante su viaje oficial internacional”, previsto del 3 al 11 de diciembre. Allí se establece que el itinerario incluye el Reino de España, Emiratos Árabes Unidos y el Reino de Noruega. Sin embargo, el texto únicamente señala que la comitiva estará integrada por “los ministerios, secretarías o entidades del Estado que, en virtud de sus competencias y en atención a los fines de la agenda presidencial, coadyuven al desarrollo de las actividades previstas”.
No se especifica qué autoridades viajarán, ni si el viaje contará con miembros del gabinete, asesores directos o representantes de áreas económicas, energéticas, diplomáticas o de seguridad.
La ausencia de esa información se ha convertido en un patrón durante los últimos viajes del mandatario, especialmente en el último mes, en el que se registraron al menos cuatro salidas del país: dos a Estados Unidos, una catalogada como confidencial y otra reclasificada como de carácter personal; según decretos previamente emitidos y luego modificados por la propia Presidencia.
La falta de detalle sobre la composición de las delegaciones oficiales ha generado críticas de sectores políticos y analistas que advierten sobre la poca transparencia en los desplazamientos del Ejecutivo y la dificultad de evaluar su impacto diplomático o económico.
El Decreto 238 sí aclara que los viáticos y demás gastos de los integrantes de la comitiva oficial serán cubiertos con cargo al presupuesto de las instituciones a las que pertenezcan. No obstante, la ausencia de nombres impide conocer el costo fiscal estimado de la delegación, el número de funcionarios desplazados y las áreas estratégicas involucradas en la agenda.

En términos formales, el decreto también ordena comunicar el viaje a la Asamblea Nacional, como exige el artículo 144 de la Constitución cuando el presidente abandona el territorio nacional.
Las giras internacionales del presidente han sido objeto de debate en los últimos meses debido al elevado número de desplazamientos acumulados en dos años de mandato. Distintos registros elaborados por la prensa nacional indican que Noboa suma entre 27 y 28 viajes internacionales, equivalentes a más de 110 días fuera del país. Aunque la Cancillería y la Secretaría de Comunicación han insistido en que estas salidas responden a una estrategia de reposicionamiento global del Ecuador, no existe un balance público de resultados, acuerdos concretos, montos de inversión comprometidos o beneficios económicos obtenidos.
La nueva gira, que abarca tres regiones, se presenta como una continuidad de esa agenda internacional, pero su ejecución vuelve a enfrentar el obstáculo de la opacidad. Sin la identificación de la comitiva, ni una agenda detallada de reuniones o temas, resulta imposible verificar si el viaje priorizará asuntos energéticos, acuerdos comerciales, cooperación para seguridad, promoción de inversiones o contactos multilaterales. Tampoco está claro si participarán ministros del área económica, de producción, de energía, de defensa o de relaciones exteriores.
Con el viaje ya en marcha, la Presidencia no ha difundido aún comunicados oficiales sobre los encuentros previstos ni sobre la estructura del equipo que acompaña al mandatario.